Editorial

Vehículos y rutas

Suele decirse que todo tiene que ver con todo, especialmente cuando se habla de producción, economía y finanzas. Veamos por ejemplo lo que sucede con la industria automotor, que viene de récord en récord en materia de producción, tanto para abastecer la demanda interna -uno de los principales sostenes del crecimiento de la economía- como para la exportación, pero además, y por sobre todas las cosas, provocando un impacto muy fuerte en el sistema financiero, ya que los créditos y préstamos destinados a la compra de unidades cero kilómetro están en una expansión del 65% anual, con lo cual esta clase de préstamos se convirtieron en los más dinámicos dentro del sistema financiero, llegando incluso a superar a los préstamos personales, que siempre habían estado al tope de la demanda.

Esta descripción, pone de relieve además, y por sobre todas las cosas, que el consumo continúa siendo fuertemente fogoneado por el mercado automotor, recibiendo 12.436 millones de pesos en préstamos prendarios, destinados a la compra de unidades cero kilómetro. 

Justamente, una de las razones esenciales para que la venta interna de automotores se mantenga tan activa, habiéndose producido una aceleración en cuanto al cambio de modelos, es precisamente la accesible manera de financiación, la cual no sólo se mantiene activa sino que se incrementa muy sostenidamente de mes a mes.

Veamos por ejemplo lo que viene ocurriendo este año, donde la producción récord de unidades impacta dentro del mercado de manera muy fuerte, ya que hasta el momento se vienen superando registros de ventas tanto de cero kilómetro como de unidades usadas, que reciben el envión de aquellas. De acuerdo con las estimaciones del sector, se considera que al llegarse al final de este 2011 se alcanzarán a vender 700.000 unidades cero kilómetro, contra las 662.000 que se vendieron en 2010, aunque existen algunos otros cálculos más optimistas que llegan a establecer las ventas anuales en 750.000 unidades.

Otra de las razones por las cuales la gente se vuelca a la compra de automóviles, como así también de electrodomésticos, es como forma de invertir y protegerse de la inflación, ya que quienes alcanzan a los valores para inmuebles y terrenos, tal vez la inversión más segura pues no experimenta el desgaste de los otros bienes de uso. Es que si bien se vive el boom del consumo, con una economía en alto crecimiento anual pero que no alcanza a todos -recordemos que el 40% de la población vive en situación de pobreza-, la confianza es limitada, pues muy pocos optan por el ahorro del dinero, prefiriendo en cambio la compra de bienes durables, a los que considera la mejor opción para defenderse de la inflación.

Aunque además de todo lo expuesto, también debe destacarse que a la par de los préstamos prendarios que crecen a un ritmo del 5% mensual, existen los planes de ahorro previo, el sistema de leasing -alquiler con opción a compra- , y también los préstamos personales que se dirigen hacia la compra de vehículos, ya que los mismos tienen un costo bastante menor que los prendarios, todo lo cual permite ampliar aún más la posibilidad de unidades nuevas al parque automotor.

Simultáneamente con esta fuerte expansión que está teniendo el parque automotor en el país, que alcanza a unos 9 millones de unidades, el mayor déficit que existe es el ofrecimiento de un sistema vial acorde a este incremento, que puede incorporar tanta cantidad de nuevos vehículos sin provocar al caos que ocurre en nuestras carreteras. Por algo la Argentina es uno de los países del mundo con mayor cantidad de víctimas en accidentes de tránsito, de acuerdo con la relación vehículos-habitantes, con unas 8.000 muertes por año.

En consecuencia, y retomando lo expresado al inicio de esta nota, vemos como todo tiene que ver con todo, ya que muy positiva es la incorporación sostenida de vehículos nuevos el parque automotor, pero no prospera de igual manera el escenario vial, ya que aquí continúan habiendo la mayoría de rutas angostas, con doble sentido de circulación, en mal estado, con malezas a sus costados que dificultan no sólo la visibilidad sino también las vías de escape, muy poca señalización y otros inconvenientes que las transforman en un latente peligro para los que se movilizan en las mismas.

Es por estas razones, que si bien es altamente positivo sostener la incorporación de unidades cero kilómetro al parque automotor, también debe incentivarse de igual manera el mejoramiento de las carreteras de todo el país.



Autor: Redacción

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