La democracia no sólo se fortalece con la participación ciudadana en los partidos políticos tradicionales y en las elecciones de autoridades para los distintos niveles del Estado, sino también con el compromiso cotidiano de formar parte de distintas instituciones, como el caso de las comisiones vecinales. "Cuanto mayor sea el nivel de participación ciudadana en los procesos políticos y sociales de un país, más democrático es un sistema. El ejercicio de la democracia depende del rol de la sociedad y sus ciudadanos. Sin participación ciudadana, la democracia pierde su razón de ser, representatividad y legitimidad", sostuvo la investigadora Carolina Hamilton en un ensayo.
En Rafaela, el pasado domingo se realizaron los comicios en 13 de los 38 barrios donde se presentaron al menos dos listas para conducir los destinos de las entidades que funcionan como nexo entre los vecinos y el gobierno municipal.
En total, se conformaron 30 listas para competir en esas elecciones, por lo que más de 400 vecinos de esos 13 barrios aceptaron integrar espacios convencidos de poder sumar en la construcción de ciudadanía, en la gestión de los temas o problemas que hacen al lugar donde viven y se cruzan una y mil veces con otros habitantes de la ciudad. En lo que constituye un ejercicio democrático saludable, los principales candidatos caminaron cada uno de los barrios donde viven para darse a conocer, difundir sus propuestas y también escuchar a los vecinos para estar al tanto de sus inquietudes.
Del otro lado, la respuesta de los vecinos que se acercaron a votar a las sedes vecinales donde se montaron las mesas con las correspondientes urnas fue realmente importante. En este sentido, la Municipalidad informó que 4.257 personas votaron las autoridades de sus barrios, lo que constituye una cantidad importante teniendo en cuenta que la participación no es obligatoria. Pero es el reflejo del compromiso por el lugar de encuentro que es el barrio y del interés para trabajar juntos en mejorar el lugar elegido para vivir en comunidad, criar a los hijos y ser parte de la ciudad.
Votar es empezar a ocuparse. Después es seguir en contacto con los dirigentes, marcarles si las cosas están bien pero mucho más aquellas que es necesario cambiar. Construir también desde el elogio y más aún desde la crítica a las gestiones vecinales.
Está claro que ser dirigente de una vecinal es un acto de servicio: un grupo de personas deciden sumar sus voluntades para cambiar o mejorar la actualidad de un barrio, de sus vecinos, a cambio de nada.
Otro dato a tener en cuenta es que hay otros 25 barrios donde no hubo elecciones pero sí se definieron listas únicas, por lo que hay otros 325 vecinos que ya forman parte de las comisiones vecinales de esos sectores de la ciudad.
Esta voluntad de hacer del barrio un entorno más amigable tiene como punto de partida realidades diversas. Hay problemáticas comunes que atraviesan los distintos sectores de la ciudad sin importar el punto cardinal, y tiene que ver con la inseguridad. El centro o la periferia padecen la acción de los ladrones con mayor o menor violencia, lo que representa un malestar que aún no encuentra eco en las autoridades políticas.
Después están los barrios que esperan por obras de desagües, como el Amancay, el Güemes, el Martín Fierro o los del norte, y otros esperan pavimento, iluminación y muchos el gas natural. Mientras que aquellos que disfrutan de las obras públicas y todos los servicios procuran que las sedes de las vecinales se transformen en una suerte de corazón ciudadano donde el barrio late y los vecinos se encuentren para compartir el espacio, la charla.
La mayor cantidad de votos se registró en tres barrios más bien periféricos, como el Jardín, el Villa Podio y el Italia, donde hubo casi 500 vecinos que se acercaron a sufragar. También es cierto que en dos de ellos había al menos tres listas bregando por quedarse con los principales cargos de las vecinales.
El secretario de Gobierno y Ciudadanía de la Municipalidad de Rafaela, Fernando Muriel, hizo una lectura sobre la importancia de participar en este tipo de instituciones y en la elección de sus autoridades. "Involucrarnos con nuestra ciudad conociendo nuestros derechos y obligaciones, entender que una ciudad como la nuestra sólo se puede desarrollar con el esfuerzo y el empuje de todos los ciudadanos quienes junto a los gobiernos aportan ideas y acciones para que Rafaela crezca y esté cada vez mejor", sostuvo el funcionario.
En definitiva, y como antesala de las elecciones provinciales y nacionales que quedan en el calendario electoral de este 2015, los rafaelinos vivimos el domingo pasado una saludable jornada para la democracia de la ciudad y de sus comisiones vecinales, que en cierta medida forman parte de los pilares de la sociedad misma.