Editorial

Usados en baja

Todos los indicadores relacionados con el comportamiento de la industria automotor, mediante los cuales se tiene un fiel termómetro del comportamiento global de esta actividad, que además de sostener la expansión del resto de los demás rubros industriales fue uno de los pilares del consumo, en el pasado mes de abril estuvieron en contracción. Puede tomarse como punto de partida los patentamientos -es decir, las ventas efectivas del mes- que tuvieron una caída de 8,28% con relación a igual mes de 2011, y también se redujeron las ventas a los concesionarios, en un 7,1%, aunque si se mide con mayor énfasis lo que ocurre en Brasil que en las concesionarias de nuestro país, entonces tenemos que la producción automotriz registró en abril un descenso sumamente significativo: 24,4%, alcanzando de tal forma un nivel similar a la caída de las exportaciones, que fueron en el orden de 27,9%, debiéndose recordar que más de las dos terceras partes de las unidades que se venden al exterior desde nuestro país tienen a Brasil como destino.

En sintonía con los datos referidos, uno de los últimos conocidos estos días fue el relativo a la venta de unidades usadas, donde también se produjo una merma de 10,7%, de acuerdo con el informe difundido por la Cámara de Comercio Automotor, aunque tomando como referencia el primer cuatrimestre del año, el nivel de ventas es muy parecido al del año pasado en igual lapso, registrándose una merma de sólo 0,76%, merced al total de 553.426 unidades comercializadas en estos primeros cuatro meses de 2012.

Si bien se trata de un tema al que hay que seguir con mucha atención, ya que todos los índices del sector estuvieron en baja, las estimaciones dan cuenta que habrá que aguardar al menos hasta finales de junio para tener un indicio más certero en cuando al rumbo que irá tomando todo el conjunto de la actividad automotriz, es decir, desde la fabricación y comercialización interna hasta la exportación. Con mayor razón esa alternativa será válida para los usados, considerando que la gente del sector estima que en virtud del comportamiento de la economía, el mantener números similares a los del año pasado puede resultar una performance más que alentadora.

El mercado interno, en estos primeros cuatro meses del año, tuvo las características de refugio para las terminales, cuya producción comenzó a contraerse desde fin del año pasado consecuencia de la caída de la demanda desde Brasil, lo que llevó a buscar incrementar las ventas en México, Venezuela y Colombia, aunque fue muy importante el sostén del mercado interno, que en 2011 no sólo se mantuvo con firmeza sino que llegó a establecer un nuevo récord con 858.010 unidades.

El trabajo de la Cámara sostiene además que "el comercio de unidades usadas registró un estancamiento entre enero y abril últimos, con un nivel de ventas similar al de 2011", aunque aclara que siendo así la facturación tuvo un crecimiento de 15% en virtud de los mayores precios de los vehículos, consecuencia del efecto inflacionario.

Un aspecto para destacar y tener en cuenta, es que el interior del país comenzó desde hace rato a tener una participación muy elevada en el mercado de los autos usados, alcanzando índices de ventas realmente relevantes, incluso en algunos distritos no tradicionales, que aunque sin alcanzar la dimensión de aquellos lugares habituados a ser los de mayor comercialización, han comenzado a tener un peso de significativo dentro del conjunto total.

Se recuerda que el sector automotriz tiene en la Argentina, desde hace casi una década, una influencia decisiva para la actividad económica, ya que ahí se sostuvo gran parte del consumo. Otros pilares eran el superávit de la balanza fiscal y el de la comercial, los que tienen hoy muy distinta suerte, ya que el primero de ellos -incluidos ciertos artilugios contables- concluyó el ejercicio 2011 con leve saldo favorable, aunque en la práctica habría producido un déficit de 30.000 millones de pesos, los que para este año podrían ampliarse a 50.000 millones, de acuerdo lo anticipan sectores analistas de las cuentas públicas de la esfera privada. En cuanto a la balanza comercial, es objeto de duros tironeos, con trabas a las exportaciones y otra serie de restricciones, que es probable permitan llegar a concluir el año con un saldo favorable de 8.000 millones de dólares, aunque seguramente el saldo -además del férreo control al dólar- acarreará otra clase de consecuencias.

Dentro de esta perspectiva, el sector automotor se encuentra también dentro de muy parecidas características. 

Autor: Redacción

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