Editorial

Una vacuna para la economía

Mientras el mundo asiste a una fase inicial de campañas masivas de vacunación contra el Covid, un poco en serio un poco en broma, en círculos empresarios se preguntan si no habrá posibilidades de desarrollar una vacuna que proteja a la economía de las pandemias pero también de la mala praxis de los políticos. Si la ciencia ha avanzado tanto en los últimos años, quizás pueda generar anticuerpos contra funcionarios inexpertos, corruptos e ineficientes afirman con cierta lógica desde el universo de las empresas.

Bajo este escenario revuelto y por momentos imprevisible, la economía argentina se recuperará 4,9% en el 2021, tras una caída prevista en el 10,5% este año, en el marco de la pandemia de coronavirus, según un informe divulgado esta semana por la CEPAL. El estudio también destacó que "el riesgo soberano ha disminuido" y subrayó que "las negociaciones de Argentina y Ecuador han ayudado". Además, proyectó que China será el único país con crecimiento en 2020 y concluyó que eso beneficia a la Argentina por las ventas de soja y el aumento de precios internacionales de commodities.

Según el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, la economía de América Latina y Caribe se contraerá 7,7% en 2020, con la mayor caída en Venezuela (-30%) y menor en Paraguay (-1,6%) y Guatemala (-2,5%). Para las naciones vecinas de la Argentina, la CEPAL proyecta una caída del 4,5% en Uruguay, 5,3% en Brasil y 6% en Chile. Estimó que en 2021 habrá un rebote de las economías de América Latina y Caribe del 3,7%. La mayor recuperación será en Perú, del 9%, mientras pronostica crecimientos de 5% para Chile, 4% para Uruguay y 3,2% para Brasil.

La secretaria ejecutiva de ese organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, señaló que se trata de la peor contracción mundial en muchos años, la única excepción es China, y esto tiene gran importancia para nuestra región. China crecerá este año 1,9% y el próximo 8,1%, y habrá recuperación de precios y cantidades de exportaciones de productos agrícolas sostiene el informe.

Ante esta situación de ruptura que atraviesa la economía mundial, la CEPAL le pidió a los países que integran el Fondo Monetario Internacional que acuerden el financiamiento a través del reparto de Derechos Especiales de Giro del organismo para impulsar la recuperación en 2021. La reactivación y la transformación económica de la región tras crisis de la pandemia del Covid-19 requerirán de financiamiento y cooperación internacional. Se deben utilizar instrumentos como los Derechos Especiales de Giro (DEGs) entre otros, dijo el organismo en el informe.

En su balance preliminar de las economías de la región, el organismo de las Naciones Unidas previó una contracción promedio de 7,7% para 2020 -la mayor en 120 años- y un rebote de 3,7% en todo el 2021. Según el documento, en un contexto de contracción global, América Latina y el Caribe es la región más golpeada del mundo en desarrollo por la crisis derivada del Covid-19. En la década previa a la pandemia la región mostraba una trayectoria de bajo crecimiento y en 2020 enfrenta una combinación de choques negativos de oferta y demanda sin precedentes, lo que se traduce en la peor crisis económica de los últimos 120 años.

La CEPAL consideró que si bien los importantes esfuerzos fiscales y monetarios realizados por los países han permitido mitigar los efectos de la crisis, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente. El aumento de la desocupación, la pobreza y la indigencia en la Argentina son claros ejemplos en este sentido. 

Para el año 2021 se espera una tasa de crecimiento del PIB positiva que refleja fundamentalmente un rebote estadístico, pero la recuperación del nivel de producto interno bruto (PIB) pre crisis será lenta y se alcanzaría recién hacia el año 2024. La dinámica del crecimiento en 2021 está sujeta a una alta incertidumbre relacionada con el riesgo de rebrotes de la pandemia, de la agilidad para producir y distribuir las vacunas y de la capacidad para mantener los estímulos fiscales y monetarios para apoyar la demanda agregada y a los sectores productivos. Avanzar en un crecimiento sostenible e inclusivo requiere de una transformación productiva hacia sectores ambientalmente sostenibles, que favorezcan la generación de empleo y la innovación tecnológica, señaló el organismo.

Las debilidades y brechas estructurales históricas de la región, su limitado espacio fiscal, la desigualdad, la escasa cobertura y acceso a la protección social, la elevada informalidad laboral, la heterogeneidad productiva y la baja productividad son centrales para entender el alcance de los efectos de la pandemia en las economías de la región, sus dificultades para implementar políticas que mitiguen estos efectos y los desafíos a la hora de emprender una reactivación económica sostenible e inclusiva. Una visión pesimista aunque realista. Habrá que esforzarse demasiado para ser optimistas. 





Autor: REDACCION

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