Suplemento Economía

Una radiografía de la economía

El economista Ricardo Proganó acumula horas como docente universitario pero fundamentalmente se desempeñó, por años, en bancos y entidades financieras. Desde hace unos años asumió como director del Departamento Finanzas Corporativas de SMS, una red de estudios contables que operan en las principales ciudades argentinas. "Rafaela es una ciudad muy pujante que se muestra en permanente crecimiento. La impresión que me da esta ciudad es la mejor", sostuvo en una entrevista con El Económico el jueves pasado, minutos antes de brindar una conferencia sobre la coyuntura económica en el Centro Comercial e Industrial.

Proganó hizo escala en Rafaela invitado por el Estudio SAIPE, el socio local de SMS. Durante su disertación hizo una mirada al contexto internacional y después abordó el comportamiento de los principales indicadores económicos de la Argentina de 2011 y avanzó en las perspectivas para este año que está por dejar atrás el primer trimestre. 

-¿Qué lectura hace del acuerdo que cerró Grecia con sus acreedores?

-No solucionó los problemas de fondo, cuya superación insumirá mucho tiempo, pero al menos quitó presión y se respira mejor en términos económicos y de comercio internacional. En principio, parece haberse avanzado en la dirección correcta, pero sólo un pequeño tramo, por lo cual no es suficiente. Aún queda mucho por hacer.

-¿Qué incidencia tiene la crisis europea para Argentina?

-De alguna manera hay un impacto en nuestro país aunque siempre es relativo y dependiendo de los distintos sectores. Si bien el mundo no ha dejado de crecer, la Eurozona creció muy poco el año pasado y para este 2012 se estima que sufrirá una leve recesión por lo que, en cierto modo, desacelera el crecimiento mundial. En el caso de Argentina, que es un país marginal en términos de comercio internacional, puede sufrir porque Europa es uno de los destinos de nuestras exportaciones.

-Usted dedica un capítulo de su exposición a analizar el período post elecciones presidenciales del 2011. ¿En qué aspectos se interesa especialmente?

-Por un lado, hubo un resultado que para el oficialismo fue fantástico, ya que obtuvo una victoria por amplio margen. Pero rápidamente se dejó en claro que fue en un contexto de gran preocupación económica, lo cual llevó al gobierno a adoptar medidas en forma progresiva. Así anunció y ya implementó el control de cambios para frenar la salida de dólares. Después, ya a partir de este año, con las restricciones a las importaciones y la eliminación o reducción de subsidios. Eran temas sobre los que no se hablaba, pero ahora ya forman parte de la agenda oficial. En algunos casos se trata de anuncios que aún no se traducen en hechos, pero evidentemente sí se advierte un cambio del Gobierno para enfrentar los problemas de las finanzas públicas. La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central es importante. Se asegura que es para reorientar el crédito, pero detrás puede haber una decisión de asistir al Tesoro y cubrir el déficit. 

-Usted menciona las trabas a las importaciones. En esta región industrial hay preocupación por el impacto que pueden generar en los procesos productivos.

-Detrás de esta medidas hay consecuencias económicas y sociales. Puede influir en el nivel de actividad de las empresas. Ahora pareciera que no todos advierten que las trabas a las importaciones repercuten en la actividad industrial. Hay compañías que quizás deban reestructurarse y tal vez modificar líneas de negocios. Estas restricciones llegaron para quedarse, al menos eso es lo que se observa hoy. Pero su aplicación es muy reciente y por tanto no se pueden sacar conclusiones apresuradas. El sistema es nuevo, y los criterios para decidir qué se autoriza y qué no nadie los conoce con certeza. 

-¿Qué perspectivas percibe para este 2012?

-Sin lugar a dudas estamos en un año más complicado. El 2011 fue electoral, por lo tanto hubo mucha alegría a la hora de gastar. En cambio, en este 2012, las señales que ya ha dado el gobierno apuntan a tratar de poner en orden las cuentas públicas en busca de ese equilibrio fiscal perdido. En el corto plazo significa que podríamos tener un menor nivel de actividad, lo cual no significa necesariamente que se caiga en una recesión.

-¿Qué hace el consumidor?

-Está complicado por varios lados, aunque algunas cosas están a su favor. El crédito, si bien ya no es tan barato, aún fluye. Pero a la vez la inflación es importante por lo que erosiona constantemente el poder adquisitivo. Además, el tema de las restricciones generó cierto temor, sensibilizó y cuando esto sucede algunos optan por reducir sus gastos. La venta de usados y de motos parece haber perdido el empuje que registró especialmente en los últimos dos años. Es un indicador... 

-¿Y las empresas qué van a hacer? ¿Puede caer el nivel de inversión?

-Depende de cada compañía y del sector en el que opera. Hay inversiones que ya están definidas y en marcha, no se pueden interrumpir. El que tiene que invertir creo que ahora va a hacer un segundo análisis por la incertidumbre creciente. Es un momento de transición en el que la gente se repliega un poco, en el consumo, en el gasto, en las inversiones. Ojo, esto no quiere decir que no haya inversiones, solamente que algunos piensen un poco más si conviene activar los planes de inversión o demorarlos hasta que se pueda leer mejor la realidad. El que invierte lo hace pensando que mañana tendrá demanda para el producto que fabrica o comercializa. Y hoy tiene dudas porque hay una coyuntura compleja. Además, estamos en un tramo del año complicado a raíz de la negociación de de los convenios colectivos de trabajo, las famosas paritarias. 

-¿Cuál es el mensaje que deja en sus charlas?

-El mensaje que le damos a los clientes y a los empresarios es que mantengan la mente abierta, que analicen las alternativas porque siempre hay negocios que pueden aparecer y hay que aprovecharlos.

Autor: Redacción

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