Editorial

Una profesión de peligro

La hostilidad hacia los periodistas vuelve más insegura la profesión en todo el mundo advirtió un reciente informe de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) en el que analiza la situación a nivel mundial y alerta sobre el retroceso en países de primer mundo. Este reporte fue difundido justo cuando el Nuevo IRA (Ejército Republicano Irlandés) se responsabilizó del asesinato de la periodista Lyra McKee, registrado el 18 de abril en la localidad de Derry en Irlanda del Norte. A través de un comunicado, el grupo disidente confirmó que entre las actividades de esta agrupación estuvo el disparo que cobró la vida de McKee, una editora especializada en noticias del sector de medios de comunicación y querida dentro de la comunidad gay de Irlanda del Norte. La periodista de 29 años, que estaba escribiendo un libro sobre la desaparición de los jóvenes durante los años de violencia en Irlanda, fue asesinada a tiros mientras ella observaba junto con otros colegas a un grupo de jóvenes nacionalistas irlandeses como atacaban a la policía luego de un disturbio.

El número de países seguros para los periodistas continúa reduciéndose en todo el mundo, debido a una hostilidad hacia la profesión, según el informe anual de RSF que apunta que el mayor deterioro se dio en América del Norte y del Sur. "La hostilidad hacia los periodistas, e incluso el odio del que se hacen eco dirigentes políticos en muchos países, ha acabado provocando agresiones más graves y frecuentes" contra estos profesionales, lo que suscita un "clima de miedo inédito en algunos lugares", deploró la ONG.

En su clasificación de 180 países, únicamente un 24% (un 26% en 2018) se encuentra en una situación buena o más bien buena. Noruega conserva por tercer año consecutivo el primer puesto, seguido de Finlandia y Suecia. Cierra la lista Turkmenistán, precedido de Corea del Norte. También en la cola, China pierde un puesto (177), así como Rusia (149), donde el Kremlin "acentuó la presión" sobre los medios independientes e internet, "con arrestos, registros arbitrarios y leyes liberticidas".

Estados Unidos, que ocupa el puesto 48 en este ránking, pierde tres posiciones y entra en la zona "problemática". Más allá de las declaraciones de Donald Trump contra los medios, "los periodistas estadounidenses nunca habían sido objeto de tantas amenazas de muerte" ni recurrido de tal manera a la seguridad privada para su protección personal, según RSF.

La ONG basada en París destaca además que la persecución de periodistas que incomodan a las autoridades en cualquier parte del mundo "parece ahora no tener límites". Cita el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Turquía, que "envió un mensaje aterrador a los periodistas más allá de las fronteras de Arabia Saudí". España subió dos puestos (29) y Francia, uno (32). 

La ligera mejora en 2018 en América Latina "fue breve", puesto que el entorno en el que trabajan los periodistas es "cada vez más hostil". Las elecciones en países como México (144), Brasil (105), Venezuela (148) y Colombia (129) engendró un "recrudecimiento de los ataques contra los periodistas, perpetrados sobre todo por la clase política, los funcionarios y los cibermilitantes". Estos incidentes "contribuyeron a reforzar un clima de desconfianza generalizada - a veces de odio - contra la profesión".

Aunque la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador "calmó un poco" las relaciones entre el poder y la prensa, México sigue siendo el país más peligroso del continente para los periodistas, con 10 asesinatos en 2018.

Venezuela perdió cinco puestos, acercándose a la zona negra de la clasificación. La "deriva autoritaria" del gobierno de Nicolás Maduro intensificó la represión contra la prensa independiente, apunta RSF, que registró un número récord de arrestos arbitrarios y de actos de violencia perpetrados por las fuerzas del orden y los servicios de inteligencia. Muchos periodistas tuvieron que exiliarse y hubo reporteros extranjeros detenidos o expulsados.

Por su parte, Brasil perdió tres puestos y se acerca a la zona roja, con cuatro periodistas asesinados. La elección del ultraderechista Jair Bolsonaro, tras una campaña marcada por "el discurso del odio, la desinformación, la violencia contra los periodistas y el desprecio por los derechos humanos, augura un periodo sombrío para la democracia y la libertad de prensa". RSF recuerda el papel primordial de WhatsApp en la campaña electoral, canal por el que circularon informaciones falsas destinadas sobre todo a desacreditar el trabajo de los periodistas críticos con Bolsonaro.

Cuba se mantiene como el peor alumno de la región (169), pese a ganar tres puestos, una senda por la que se desliza Bolivia (113, -3), cuyo presidente, Evo Morales, sigue el "modelo cubano" controlando la información y censurando "las voces demasiado críticas".

Independientemente del color político, hay gobiernos cada vez más fuertes que tratarán de controlar la información o de censurarla, recurriendo a métodos más o menos finos, más o menos visibles, dijo Emmanuel Colombié, director de RSF para América Latina, tras presentar el informe en Rio de Janeiro.




Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web