Editorial

Una muestra para creer

Hace una semana concluyó una nueva edición de la exposición agropecuaria, industrial, comercial y de servicios de la Sociedad Rural de Rafaela. La institución creada en los primeros años del siglo veinte en una ya progresista Rafaela acumula 112° muestras rurales a lo largo de su historia, lo que refleja el compromiso de tantas generaciones para sostener esa feria que permite dejar constancia de la fuerte vinculación que existe entre el campo y la ciudad en esta región. "El amor a la tierra une la familia y engrandece la patria" contiene la esencia y el espíritu de una institución conformada por hombres y mujeres que todos los días salen a trabajar al campo más allá de que vivan en la ciudad, en el pueblo o en medio de la ruralidad. 

En una Argentina donde las crisis económicas atraviesan su historia, donde las reglas de juego cambian constantemente, comenzar y mantener una exposición de este tipo constituye un logro sustantivo. Apenas terminó la 112° edición de la muestra, la entidad inició la organización de la siguiente, una señal inequívoca de la voluntad de sus dirigentes y trabajadores de que la propuesta se lleva adelante por mal que estén las cosas en este país. 

El lema "campo y ciudad trabajando juntos" resume la estrecha relación que campesinos y ciudadanos tienen a la hora de compartir el esfuerzo en busca de un futuro mejor para todos. Cada día de todos los años, la economía rural y la de nuestros pueblos y ciudades están integradas. En los cuatro días que se extiende la muestra se busca retratar, precisamente, esa vinculación tan sólida. Sin embargo, es preciso destacar que la realización de la expo moviliza la actividad comercial al menos tres meses antes de su apertura. Las empresas que planifican su participación encargan estructuras especiales o folletería para montar sus stands y entregar al público. De este modo, carpinteros, herreros o imprentas entre tantos otros se benefician con la muestra, como así también restoranes, bares y hoteles durante los días en que se lleva a cabo la misma. 

La exposición de la Rural rafaelina se transformó, como siempre lo hace, en una vidriera del potencial productivo de toda la región, tanto de las industrias como de los campos. Y no es poco este logro en medio de la aguda crisis que sufre la Argentina en estos días, que se profundizó de la noche a la mañana por un contexto electoral signado por el desencuentro de los principales dirigentes. Esa mezquindad que exhiben los candidatos presidenciales más importantes lejos está del reclamo popular que se hacen para generar un espacio de diálogo. La política, por tanto, se transforma en un problema para el país y su economía -y fundamentalmente para la gente- en lugar de ser una herramienta de cambio. 

El predio ruralista permitió ver a gente de trabajo en acción, que confía en el fruto del esfuerzo propio, que se levanta cada día para hacer lo que hay que hacer para crecer y ser mejores. Este es el mensaje y el modelo que debe replicarse en todos lados. Recorrer el ámbito de la muestra nos posibilita creer que es posible salir adelante más allá de las dificultades del momento. En este punto reside el valor motivacional que transmite la exposición anual de la Rural y de todo un pueblo. 

Párrafo aparte para el discurso pronunciado por el presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, Pedro Rostagno, durante la inauguración oficial. Optó por destacar el rol gremial de la entidad y la representación en los distintos espacios de participación institucional con gobiernos y otras organizaciones. Tras subrayar que el objetivo es el accionar en favor de la defensa de los intereses del productor agropecuario y sus familias así como el fortalecimiento del rol institucional de la Rural en la sociedad, el dirigente señaló que una de los ejes de la gestión se centró en las problemáticas de vieja data como la falta o deficiente infraestructura y los cada vez más frecuentes hechos de inseguridad rural. Consideró que se trata de lamentables sucesos que no solo perjudican y aquejan a los productores sino también a los empleados, quienes con temor justificado empiezan a descartar la posibilidad de vida en el campo. 

Y mientras desde algunos espacios confrontan campo e industrial, Rostagno echó mano de las estadísticas de la Cámara de Comercio Exterior de Rafaela y la Región al consignar que el 65% de las exportaciones de Rafaela del año 2018 surgen de la industria alimenticia, constituida por leche y carne, que viajan hasta Brasil, Argelia, China, Rusia y Alemania entre otros países.

Por último, el dirigente ruralista reiteró un planteo que se hace desde distintos sectores productivos a los gobiernos de todos los signos políticos: reglas de juego claras y previsibilidad para planificar inversiones. Argentina necesita producir,consolidar, transparentar y hacer fiables sus cadenas, tener reglas claras, escenarios previsibles y para ello es imperioso y urgente el compromiso y responsabilidad de todos los actores insistió en un pedido que tiene destinatarios concretos.  








Autor: REDACCION

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