La alta inflación es uno de los enemigos públicos invencibles a lo largo de la historia moderna de la Argentina, donde los procesos de crisis cíclicas son moneda corriente. La estabilidad y la previsibilidad son rara avis en nuestra economía acostumbrada a lidiar con elevados costo de vida, desocupación, pobreza, devaluación y apego por ahorrar en dólares para evitar la pérdida de valor constante que sufre la moneda propia. Como uno de los problemas que atraviesa todas las épocas, es inevitable por tanto que la inflación tenga su propio capítulo en cada campaña electoral, en cada debate presidencial previo a una cita con las urnas.
En medio de un INDEC desdibujado que, precisamente dibujaba números que no se correspondían con lo que sucedía en la realidad, la cuestión del índice de precios al consumidor fue uno de los ejes del discurso de Mauricio Macri en su trayecto hacia la Presidencia. En su tiempo como candidato, en el 2015 criticó duramente la inflación registrada durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y se comprometió, sin dar una fecha concreta, a bajar la inflación a un dígito. Concretamente, expresó durante uno de los debates que "teniendo un gobierno que va a fijar reglas de juego claras, va a bajar la inflación a un dígito". Si bien no estableció fecha alguna para alcanzar la meta inflacionaria prometida a los votantes, una vez que Macri llegó al poder fue el Banco Central de la República Argentina el encargado de dar precisiones a través de dos publicaciones oficiales (una de 2016 y otra de 2017) en las que estimaba que la inflación de un dígito se alcanzaría en 2019, tal publicó el sitio Chequeado.com.
Ahora bien, está claro que será imposible para Macri. Hoy el INDEC confirmará la inflación de diciembre y con eso se tendrá certeza de cuan cerca de 50% aumentaron los precios a lo largo del 2018 -se arriesga 48%-, aunque no pocos especialistas ya anticiparon que será el peor registro desde 1991, poco antes del inicio del plan de Convertibilidad que consistía en una paridad entre el dólar y el peso.
En un análisis de la consultora Ecolatina respecto al comportamiento de los precios durante el año pasado, se indicó que en el primer trimestre, la inflación estuvo impulsada por los ajustes en las tarifas de servicios públicos y el tipo de cambio. Como resultado, la suba de precios acumuló 6,9% en el período enero-marzo de 2018 (2,3% de promedio mensual) y frenó el "proceso desinflacionario" que se había iniciado a fines de 2016.
En este marco y de cara al segundo trimestre del 2018, el Banco Central afirmaba que el dólar se encontraba en "niveles adecuados", de modo que la dinámica parecía reencauzarse. Sin embargo, nada de esto sucedió: la divisa escaló más de 30% en el período y la suba del nivel de precios se aceleró en el segundo trimestre del 2018, alcanzando 8,5% (2,8% de promedio mensual). De este modo, la inflación acumuló 16% en el primer semestre del año pasado, dando por tierra con la meta del 15% impuesta por la autoridad monetaria al cierre de 2017.
Argentina ingresó a un tobogán con otro fuerte salto cambiario del cierre de agosto (casi 30% en una semana), que empeoró las cosas con nuevos aumentos tarifarios y al alza de los combustibles (superior al 20%), lo que derivó en otro shock inflacionario: la suba de precios alcanzó 13,3% en el tercer trimestre de 2018 (+4,3% promedio mensual, el registro más alto para un trimestre desde 2002), alcanzando un pico en septiembre cuando rondó 6,5%.
En tanto, sobre el cierre del año, se logró estabilizar el mercado cambiario y la suba de precios comenzó a desacelerarse. Si bien en octubre la inflación persistió muy elevada (5,7% mensual), producto del importante arrastre que dejó septiembre, el “alivio” -en términos relativos- llegó en noviembre y diciembre, cuando este guarismo promedió 3%, destacó Ecolatina.
Sin embargo, advierte la consultora que en los drivers inflacionarios del año pasado hubo un gran ausente: los salarios. Los mismos habrían finalizado 2018 con un alza cercana al 30%, cediendo un importante terreno frente al resto de los precios de la economía.
La pregunta ahora es qué pasará con los precios en 2019. Con el comienzo del año se reanudará el proceso paritario. Aunque su “temporada alta” será en el segundo trimestre, ya se están poniendo en marcha cláusulas gatillo y de recomposición salarial que tendrán un impacto en los primeros meses del año. De acuerdo a la proyección de Ecolatina a partir del impacto de las paritarias, la evolución del dólar y la suba de los servicios públicos, el 2019 concluiría con una inflación por encima del 30%. Muy lejos del dígito prometido por Macri en la campaña del 2015.