CARTAGENA, COLOMBIA, 13 (AFP-NA). - Con el objetivo de debatir en torno a la oportunidad de avanzar en una mayor "integración fiscal y cooperación regional como medio para superar los desafíos del hemisferio y alcanzar mayores niveles de desarrollo", los presidentes de los países americanos se reunirán a partir de hoy y hasta mañana en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. El marco es la VI Cumbre de las Américas, una plataforma continental diplomática que busca fortalecer los lazos de las naciones de la región que, por segunda vez, contará con la participación del jefe de la Casa Blanca, Barack Obama. 

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner -viajará esta tarde a las 16:30 y retornará el domingo- también será una de las participantes en el encuentro en el que no se descarta reciba planteos de otros países por su política de restricciones a las importaciones que comenzó a aplicar a fines del año pasado. De todas formas, uno de los objetivos de la mandataria argentina será incluir el tema Malvinas en la Declaración final, aunque aún no se han logrado consensos sobre la redacción -los asesores gubernamentales están reunidos desde el lunes en Cartagena preparando el documento definitivo-.

En este sentido, el bloque de países sudamericanos ya ha manifestado su respaldo a la posición argentina, esto es que Gran Bretaña acepte sentarse en la mesa de negociaciones para discutir la soberanía del archipiélago. Sin embargo, Estados Unidos es reacio a adoptar una posición definitiva debido a que evita un conflicto con su tradicional aliado, Gran Bretaña.

Por otra parte, la negativa de los Estados Unidos a la participación de Cuba en esta Cumbre será otro de los puntos a discutir por los mandatarios. Aunque la prohibición fue levantada en el 2009, La Habana no hizo el pedido formal de reincorporación, para lo cual debería suscribir la Carta Democrática Interamericana. En este escenario, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anticipó la semana pasada su ausencia de esta cita de presidentes en solidaridad con el régimen de los Castro. 

En su calidad de país anfitrión y titular del Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres, Colombia eligió para el Encuentro el tema "Conectando las Américas, socios para la prosperidad, focalizado en el papel de la integración física y la cooperación regional como medio para superar los desafíos del hemisferio y alcanzar mayores niveles de desarrollo".

En la agenda política también figura el tratamiento de asuntos tales como el problema mundial de drogas, el tema migratorio, la cooperación hemisférica, la cuestión de género y la soberanía de los recursos naturales, entre otros.

El presidente de Colombia y anfitrión de la Cumbre, Juan Manuel Santos, recibió ayer a su par de Chile, Enrique Piñera, en la Sierra Nevada de Santa Marta, cerca de la colonial Cartagena de Indias. Hoy continuará con la recepción del resto de los presidentes, entre ellos el propio Obama, quien este año buscará la reelección. 

Según los analistas, Obama llega este viernes a Cartagena para su segunda Cumbre

de las Américas con las manos casi vacías de promesas, mucho menos

carisma y con delicados escollos diplomáticos por esquivar, como

las críticas a la guerra contra las drogas.

Estados Unidos hace tiempo que reconoció públicamente que su

prioridad diplomática y económica está en Asia, más allá de la

guerra en Afganistán y de las crisis en Oriente Medio.

Mientras tanto, al sur de sus fronteras, "América Latina se

puso de pie, las economías en la mayoría de América del Sur están

pujantes y hay muchas más opciones más allá de Estados Unidos",

sintetiza Cynthia Arnson, directora del programa América Latina

del centro de análisis Woodrow Wilson.

Simbólicamente, el primer acto público de Obama en Cartagena

será participar en el foro empresarial que Colombia organizó, el

primero al margen de una cumbre.

Luego mantendrá bilaterales y participará en el debate

presidencial, donde previsiblemente se alzarán voces para exigir

que Cuba participe en la próxima cita.

Obama tampoco rehuirá ese debate.

"Creo que verán al presidente hablar y alentar a sus socios a

que respondan al mismo compromiso compartido" sobre la democracia

en la región, dijo un analista.