Editorial

¿Una cepa más contagiosa?

Mientras en algunos países la cantidad de muertes y contagios parecen haber empezado a decrecer, en otros los rebrotes activaron todas las alarmas.

Por ejemplo, millones de personas en Inglaterra e Italia celebrarán la Navidad en medio de fuertes restricciones contra el COVID-19, mientras que en otras naciones europeas el repunte de los casos es también preocupante.

El primer ministro británico, Boris Johnson, que padeció la enfermedad hace algunos meses, dio a conocer nuevas medidas de confinamiento, tanto para la capital, Londres, como para el sureste de Inglaterra, luego de que los expertos británicos identificaran una nueva cepa del virus en el sur del país.

"Nada indica que sea más mortífero o que cause una forma más severa de la enfermedad, o que reduzca la eficacia de las vacunas, expresó Johnson, quien añadió: "No tengo alternativa", al anunciar más restricciones a los ciudadanos.

Los habitantes de la capital y del sureste de Inglaterra quedarán sujetos a un nuevo nivel de alerta, el más elevado. Tendrán que quedarse en casa y los comercios considerados "no esenciales" deberán permanecer cerrados.

Con el promedio de casos en Inglaterra en aumento debido a una nueva cepa del virus más contagiosa, Johnson dijo que el gobierno tenía que tomar medidas urgentes.

"Sé cuánta emoción pone la gente en esta época del año y también sé que será muy decepcionante esto", admitió el primer ministro en una conferencia de prensa.

Se estima que cerca de un tercio de la población inglesa se verá afectado por las nuevas medidas.

Johnson había dicho que esperaba que Inglaterra no necesitara un tercer cierre después de Navidad y se había resistido a los llamamientos para cambiar los planes que iban a aliviar las restricciones durante cinco días en las fiestas.

Prohibir la Navidad sería "francamente inhumano", había dicho el miércoles pasado. Sin embargo, a los que ahora están en el nivel 4 no se les permitirá juntarse con otros durante esa celebración, y a todos los demás sólo se les permitirá ver a amigos y familiares un día.

La decisión de Johnson llegó después de la preocupación por el aumento de casos, provocado por la nueva cepa infecciosa del virus.

Los profesionales de la salud reconocieron que aunque no hay evidencia de que esta variante del virus cause una mayor tasa de mortalidad o que afecte a las vacunas, se trabaja urgentemente para confirmarlo.

No obstante, afirmaron que la nueva cepa acelera hasta un 70 por ciento más la transmisión del virus, al tiempo que alertaron sobre esa percepción a la OMS.

Por otro lado, las autoridades autonómicas de Gales comunicaron que todo ese territorio entrará en un total confinamiento, por cuanto las reglas flexibles en días previos a la Navidad quedan canceladas, con excepción del día 25.

En Escocia, la ministra principal, Nicola Sturgeon, anunció que los ciudadanos de ese país no estarán autorizados a otras naciones británicas y viceversa, en tanto que el número de personas que podrán reunirse en la Navidad estará limitado a ocho.

En Irlanda del Norte, las autoridades locales también confirmaron medidas de confinamiento que en ese caso entrarán en vigencia el 26 de diciembre y se prolongarán durante seis semanas.

Los italianos, mientras tanto, vivirán este año las Navidades más atípicas que se recuerdan, confinados en casa y sin grandes reuniones familiares, en un gran sacrificio que apuesta a doblegar un virus que vuelve a golpear fuerte.

El Gobierno decretó el confinamiento de todo el país desde la Nochebuena, tras constatar que el coronavirus no retrocede lo suficiente con las medidas que se vienen aplicando por estos días.

De ese modo, se aprobaron nuevas restricciones que incluyen un confinamiento casi total durante la mayor parte del período festivo, comprendido entre los próximos 24 de diciembre y 6 de enero, tal como lo comunicó el primer ministro, Giuseppe Conte.

España, otro de los países afectados desde la primera hora, registró el aumento de contagios en los últimos días y el temor de una tercera ola de la epidemia obligó a las autoridades a reajustar y endurecer las restricciones de viaje y relaciones sociales, con vistas a las inminentes celebraciones navideñas.

Mientras esperan que la vacunación comience el 27 de diciembre, los españoles continúan en estado de alarma, declarado el 25 de octubre pasado, con la mayoría de las regiones cerradas a la salida y entrada de personas.

De esta manera se complica pasar los días de Navidad y Año Nuevo en lugares donde no se vive habitualmente, excepto para estar con familiares, en tanto se limitan las reuniones de los días festivos a un máximo de diez personas, pero que en algunas regiones esa cantidad se bajó a seis, por el temor a un nuevo estallido vírico causado por el COVID-19.

Autor: REDACCION

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