Carta de Lectores

Una campaña solidaria

Señor Director:

Permítame ocupar este espacio para contarle al ciudadano rafaelino que el día 9 de julio realicé mi campaña solidaria a la que llamé “por un niño, un adolescente, un abuelo, una mamá y un hombre sin frío”.
El 27 de julio volví con mi campaña al asentamiento a llevar ropa de abrigo para los niños, bebés, adolescentes, madres y padres.
¿Por qué lo cuento? Porque soy simplemente una empleada doméstica que sólo percibe una pensión y a los 62 años consigue un empleo. Entonces, cuando soñé esto, lo hice junto a Stella Meolans, patrona y amiga, que se prendió a mi sueño, me dio fuerzas y dijo “dale, todos estaremos con vos”, por eso hoy quiero decir “gracias” a Stella Meolans, Alvarito, Sole y Marcela Scarafía, a Analía Carlucci, a las manos que tejieron, Cristina y Laura, a María, que con sus 86 años fue y será en mi vida un ejemplo a seguir, a Olga, que donó ropa sin conocerme, a Teresa, compañera de trabajo, a Silvana Médici, a Norma Médici, a María Ullman, a Analía y a Miriam, que fueron parte de este recorrido, a Lalo que está siempre presente cuando necesito de su ayuda, a mi hijo, que con su viejo auto recorre lugares para ayudar al sueño de su madre, a mi nuera, que también se prende a mi sueño y separa y embolsa ropa y acompaña, a Norberto Scarafía, de quien soy empleada, que me permite compartir su mesa y su vino, y también a Fernando por ser joven y apoyar mi sueño.
A todos los que confiaron y quieren seguir confiando, les digo que mi campaña no se cierra el 16 de agosto, yo pretendo dedicarle el día del niño a los niños del 
asentamiento. Con lo que me puedan ayudar yo estaré agradecida, como a Sandra Zapata por las zapatillas.
Trabajo durante casi todo el día, así que si querés colaborar, con lo que sea podés hacer llegar tu colaboración a Eduardo Oliber 480, mi lugar de trabajo.
Desde ya, agradezco las colaboraciones que lleguen. Pude hacer realidad este sueño por la ternura que recibo todos los días de mis nietos que son la luz de mi vida.
Agradezco a Hugo Borgna, un gran amigo de la familia por estar incondicionalmente a mi disposición.

Autor: Pablo Abratte

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web