Por Guillermo
Malisani (*)
Si como lo anticipó el Jefe de Gabinete, la
presidenta Cristina Kirchner retoma desde mañana "plenamente"
sus funciones, desde ese mismo día deberá afrontar desafíos
económicos clave.
El permanente drenaje de reservas del Banco Central, la tensión
cambiaria y el impacto en los precios, serán los puntos centrales
de la cuestión macroeconómica a tratar en el corto plazo.
Salvo por algunos detalles y más allá de la velocidad en la
que transcurren los hechos económicos y políticos en la Argentina,
el país no es tan distinto desde aquel 8 de octubre, cuando la
Jefa de Estado fue intervenida quirúrgicamente y debió tomarse más
de un mes de licencia por prescripción médica.
En rigor, en aquel momento también la merma en los fondos del
Banco Central, las dificultades cambiarias y la suba de precios
formaban parte de la realidad argentina.
Esa misma realidad que a veces parece salida de una ficción,
porque en pocos lugares del mundo debe existir una sociedad
pendiente de cuestiones macroeconómicas tan sofisticadas como la
evolución de las reservas de su autoridad monetaria.
Es insólito, pero así como en el 2000 la gente se interesaba
por el riesgo país y lo vivía casi como si fuera un partido de
fútbol, lo hace ahora --en menor medida-- con el nivel de las
reservas.
En la actualidad, los recursos atesorados por la entidad que
preside Mercedes Marcó del Pont se encuentran en torno a los
32.600 millones de dólares y todos los argentinos están
preocupados porque bajan a razón de 10 mil millones por año.
Es cierto, la tendencia es altamente preocupante y la toma de
medidas, urgente y necesaria, pero nadie mostró ese mismo nivel de
nerviosismo y ansiedad cuando descendieron a 18 mil millones de
dólares en 2006, tras el pago de toda la deuda al Fondo Monetario
Internacional.
Durante el año pasado, la pérdida de reservas se ubicó en el
6,6 por ciento, mientras que en lo que va del 2013 ya se fue el 25
por ciento.
La Presidenta retomará "plenamente" su actividad como
pronosticó Juan Manuel Abal Medina, con un dólar oficial a 6 pesos
--que el Gobierno proyectó para fin de este año y que marca una
tasa anualizada de suba del 30 por ciento--, un billete paralelo a
10 pesos y una caída de 460 millones de dólares de reservas en
sólo una semana.
Hace un mes y una semana, mientras la Presidenta recién se
estaba recuperando de la operación, el dólar oficial era ofrecido
para la venta a 5,83 pesos y el paralelo, a 9,62.
En ese momento, la tasa anualizada del incremento de la moneda
norteamericana era del 18,6 por ciento, pero ahora se aceleró a
casi 30 por ciento.
Para intentar abastecerse de dólares y descomprimir tensiones,
el Gobierno apuntó hacia las cerealeras para que tomen préstamos
en el exterior y no en el mercado local y está tratando de limitar
aún más las importaciones y controlar otros mecanismos por los que
se pierden reservas, como las compras con tarjetas en el exterior
y las operaciones vía internet.
Por ahora, todas las disposiciones apuntan a cuestiones de
forma pero no de fondo como podría ser un desdoblamiento cambiario
o un acentuamiento del cepo para restringir importaciones o elevar
el valor del dólar para el turismo.
"De los 11 mil millones de dólares que cayeron en lo que va del
año las reservas, el 75% fue por el pago de la deuda", afirmó la
Jefa del Central, Mercedes Marcó del Pont, al inaugurar las
Jornadas Monetarias y Bancarias que todos los años realiza esa
entidad.
Y en ese mismo evento, aseguró que el Gobierno: "tomará, sin
dogmatismos, las decisiones que sean necesarias" para rebajar las
tensiones que terminan impactando en los precios.
"El desdoblamiento cambiario asoma como la salida más
elegante", consideró el economista Hernán Lacunza, mientras que
Juan Llach aseguró que "del cepo se puede salir pero
gradualmente".
No figuran entre las alternativas que maneja el oficialismo,
ninguna de las dos propuestas.
El Gobierno no suele tomar medidas
tan abruptas y menos si insistentemente son planteadas.
El contenido de la inquietante agenda económica que encuentra
Cristina, convierte en virtualmente de imposible cumplimiento el
consejo de los médicos que la asisten: evitar situaciones de estrés.
(* Especial para NA)