Por Guillermo Briggiler
Argentina fue durante el siglo XIX, y hasta mediados del XX, un país prometedor que atraía a los ciudadanos del mundo que deseaban progresar mediante el trabajo y el esfuerzo. Luego algunas cosas cambiaron, se empezó a discutir, de la retórica se pasó a la violencia armada, primero en gobiernos democráticos y luego en una sangrienta dictadura. Ni siquiera se podía expresar el pensamiento de uno.
Luego vino la democracia con diferentes niveles de libertad. Hoy se grita y se agita a este concepto a los cuatro vientos, al punto que se llevó, desde la pequeña posición de nuestro quebrado país, a la Organización de las Naciones Unidas, a la cual nuestro Presidente cuestionó fuertemente.
En su discurso, Javier Milei anunció que Argentina abandonará su tradicional neutralidad en política exterior y se posicionará en la vanguardia de la lucha por la libertad a nivel global, dando un fuerte discurso en la Asamblea General de la ONU el 24 de septiembre de 2024, donde arremetió contra la organización y su Agenda 2030, a la que calificó de ser un "programa supranacional socialista". El jefe de Estado argentino criticó que esta agenda busca resolver problemas como la pobreza y la desigualdad mediante leyes que solo agravan la situación.
El mandatario acusó a la ONU de haberse desviado de sus objetivos originales y convertirse en una entidad que impone ideologías colectivistas, limitando la soberanía de los países miembros. También mencionó la gestión de la pandemia de 2020, calificando las cuarentenas como violaciones a la libertad y sugiriendo que deberían considerarse delitos de lesa humanidad. Además, denunció la inclusión de dictaduras como Cuba y Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y criticó la ineficacia del organismo para resolver conflictos como la invasión rusa a Ucrania.
A nivel local, es también una forma de gobierno diferente a la de los últimos 30 años. Se trabaja para bajar el gasto público todo lo posible hasta alcanzar el equilibrio fiscal. Tal es así que se llevan 8 meses de superávit en las cuentas públicas. Luego se pretende seguir bajándolo para poder disminuir los impuestos. En la primera etapa se ataca la inflación, para que los ciudadanos dejen de perder poder adquisitivo. En la segunda etapa, con la baja de impuestos, se buscará mejorar el poder de compra quitándole menos recursos vía impositiva.
En este contexto, aparecen buenas noticias a nivel internacional que ayudará a esos objetivos. La tasa de referencia a nivel global, la que fija la Reserva Federal de EE.UU., baja y con eso mejora el valor de nuestros productos exportables. Por otra parte, las monedas de nuestros principales socios comerciales, China y Brasil, se revalúan mejorando la relación de cambios para venderles, ya que se abaratan nuestros productos en dichos países respecto de los propios.
Pero no todo acaba aquí, mejora la relación con el Reino Unido y se consigue algo impensado en los últimos años, vuelven los vuelos desde la provincia de Córdoba a las Islas Malvinas, siendo un importante gesto a nivel de relaciones internacionales.
No hay dudas que internamente los habitantes no la están pasando bien, y son víctimas del ajuste, brutal y necesario, pero, la inflación sigue a la baja, siendo en promedio de los últimos seis meses, la mitad que el promedio de los últimos 6 meses del gobierno anterior. Además, la inflación mayorista es aún mejor. Hay aquí también un gran cambio en la forma de gobernar, antes se fomentaba la inflación, ahora se la ataca con munición gruesa.
Muchas cosas están cambiando, la balanza comercial de los últimos gobiernos fue deficitaria, en los últimos 8 meses fue positiva. En efecto, el saldo comercial de los primeros ocho meses de 2024 se situó en US$ 14.151 millones, lo que representó el superávit más alto de la historia del país para ese lapso. El monto marcó un fuerte contraste con el resultado del mismo período de 2023, que fue deficitario en US$ 6.157 millones.
En tanto, los golpeados salarios están aumentando levemente por encima de la inflación, aunque continúan siendo muy bajos, la tasa de desempleo significativa y la pobreza escandalosa. Pero no hay duda que este gobierno es diferente a los anteriores, tanto en las políticas internas como en la exterior.
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