Locales

Un feriado a medias para el comercio rafaelino que eligió abrir sus puertas

En este fin de semana largo, quienes se quedaron en Rafaela tuvieron tiempo de quedarse un rato más en la cama en la mañana del viernes porque las nubes y cierta inestabilidad invitaban a "hacer fiaca" y una vez arriba la consigna era un desayuno con facturas, torta y otras exquisiteces. 
La tarde fue inmensamente mejor que la primera parte del día cuando el sol apareció decidido a brillar entre las nubes después de una semana de ausentismo laboral en el que dominaron las lluvias y lloviznas. Paralelamente, todos sacaron la ropa a secar a los patios, terrazas y balcones de edificios.
Con una temperatura agradable de 24°C a las 16 horas, las familias salieron con los niños a pasear y disfrutar de los espacios públicos. La plaza del barrio Pizzurno, si bien tenía barro en algunos sectores, se colmó de padres en busca de oxígeno: "Adentro de casa es difícil sobrevivir con los chicos cuando son pequeños, necesitan aire libre para descargar, menos mal que salió el sol y pudimos salir antes de que explote todo", dijo Guillermo mientras vigilaba a su hijo que corría sin parar detrás de una pelota con la camiseta de Messi, por supuesto. 
Grupos de amigos se sentaron en distintos sectores de la ciclovía sur a escuchar música, compartir mates y esas charlas sin rumbo para pasar la tarde de un feriado sin obligaciones. Otros, en cambio, optaron por bicicletear, caminar o correr, en muchos casos metidos en otro mundo de la mano de minúsculos auriculares y el celular de compañero, principalmente en calle Estanislao del Campo, la ciclovía o la zona de quintas. No faltaron aquellos que sacaron a pasear a sus mascotas y aprovechar a recargar las pilas de vitamina D. 
En el centro, la Plaza 25 de Mayo ya es un clásico de encuentro de familias y amigos jóvenes que llegan con equipos de música, caminando o en bicicleta. El mate es el común denominador para animar la charla. "Viste lo de Cristina. ¿Qué va hacer? ¿Será o no candidata? ¿Y sino a quién va a apoyar?" le preguntaba un hombre a otro en el pasillo que va del monumento a San Martín hacia bulevar Santa Fe, mientras las mujeres hablan de cuántas toronjas había por aquí y por allá para después hablar de los precios, la inflación con cara de susto. 
Y como siempre la tradicional "vuelta del perro" con autos avanzando a baja velocidad -todo lo contrario a lo que ocurre durante los días hábiles- completaron la pintura de bulevar Santa Fe, donde hubo matrimonios mayores que eligieron tomar mate, pero adentro de sus vehículos mientras veían la gente pasar. Por ahora es gratis. 
Y en eso andaba la gente, pasando y paseando, ingresando a cajeros automáticos, colmando sillas y mesas de los bares céntricos e incluso ingresando a locales. Las redes de electrodomésticos abrieron sus puertas al igual que casa de indumentaria y calzado deportivo, zapaterías, perfumerías y regalerías entre tantas otras tiendas. 
"Hay que trabajar, ya descansamos el jueves y en nuestro caso este viernes a la mañana. Ahora que salió el sol y la gente viene al centro a pasear, abrimos el local. Realmente hay familias caminando sin apuro y en eso entran al negocio. Preguntan precio, si hay o no financiación, si hay descuentos por pago contado. Algunos compran, otro se van sin llevarse nada. Se quejan de la inflación pero en una suerte de catarsis, los precios aumentan en todos lados. Nosotros sufrimos la inflación como comerciantes", dijo la dueña de una tienda mientras ordenaba la ropa que había mostrado a una clienta. 
Los grandes supermercados solo abrieron por la mañana, con un nivel de actividad enorme al igual que el miércoles por la tarde -el jueves permanecieron cerrados-. Está claro que si bien la heladera ya no se puede llenar, al igual que el tanque de combustible, algo hay que comer. 
Y así pasó la tarde del feriado puente del viernes, con las postales de siempre de la ciudad, con la diferencia que los candidatos para las próximas elecciones se asoman y se dejan ver para mostrarse en sus redes sociales cerca de los vecinos y vecinas.  

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web