Suplemento Economía

Un enredo que obligó a dar una rápida marcha atrás

FOTO ARCHIVO NA EXPLICACIONES. Macri salió a poner paños fríos, pero su figura se desgasta ante tanta polémica.

Por Guillermo

Malisani


Ante una economía que sigue sin dar síntomas claros

de reacción y un proceso inflacionario que aún no pudo ser

dominado, el Gobierno se metió en un enredo con la actualización

de jubilaciones, que lo obligaron a dar una rápida marcha atrás.

A esto se sumó un fallido y criticado acuerdo judicial con el

Correo, que también hizo barajar y dar de nuevo, en lo que el

presidente Mauricio Macri llamó "volver a fojas cero".


"Soy falible. Si me equivoco doy un paso atrás y me corrijo",

dijo Macri, con tono autocrítico, enterado del mal humor social

que hubiese provocado la medida en caso de prosperar.

El jefe de Estado también se quejó de que "hay gente que se

opone al cambio y nos pone palos en la rueda por sincerar y

ordenar la Argentina".

Un funcionario dijo que "desde la oposición no nos pueden

correr por un error de 20 pesos", en alusión al intento de cambiar

la movilidad jubilatoria, pero la propia integrante de Cambiemos

Elisa Carrió rechazó de plano ese razonamiento.

Incluso, Carrió, al "agradecerle" a Macri la marcha atrás,

lanzó una frase llamativa que pareció tener como destinatario a

ese mismo funcionario: "Para un rico 20 pesos no es nada, pero

para un jubilado es mucho".


Horas antes, Mario Quintana -virtual número dos de la Jefatura

de Gabinete y uno de los hombres más cercanos a Macri-, había

dicho: "No nos pueden correr por corregir un error matemático de

20 pesos de impacto".


Con la movida ideada por el jefe de la ANSeS y que quedó trunca

en cuestión de horas, el cálculo del ajuste hubiese tenido una

diferencia marginal de 0,3%, pero llevado a pesos la cifra no era

algo menor: el Gobierno se ahorraba alrededor de $ 3.000 millones

anuales en jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares.

A las notorias dificultades que tiene la administración

macrista para hacer arrancar la economía se le anexó esta

conflictiva ida y vuelta, que repercutió en el conglomerado de

Cambiemos.

Mes a mes queda en evidencia lo difícil que es para el Gobierno

domar en forma definitiva el proceso inflacionario, justo cuando

están empezando las paritarias y con lo justo se pudo evitar un

paro bancario de 72 horas.


Tarifas de gas, luz, agua, peajes, combustibles, impuestos

provinciales y municipales, alimentos y bebidas siguen subiendo

y conspiran contra la meta del Banco Central de lograr en 2017 una

inflación no superior al 17%, aunque en los últimos días Macri

abrió algunas dudas sobre ese objetivo al empezar a correr ese

techo hacia el 20%.


Para el INDEC, el año arrancó con un aumento en el costo de

vida del 1,3%, mientras para las consultoras privadas trepó al

1,6% y para el gobierno de la Ciudad llegó al 1,9% y la

expectativa es que febrero se ubique cerca del 2,5%.

Proyecciones privadas hablan de una inflación cercana al 25%,

cerca del acuerdo salarial conseguido por los empleados bancarios

y que el Gobierno intenta que no se replique en otras

negociaciones salariales.



UNA ECONOMIA QUE NO

TERMINA DE ARRANCAR 

Los primeros datos económicos del 2017 están lejos de

confirmar una recuperación del aparato productivo: la producción

siderúrgica, por ejemplo, cayó en enero más del 11% en la medición

interanual, más allá de que los empresarios aseguran que habrá un

rebote.


La actividad automotriz mostró el primer "brote verde" con un

fuerte aumento del 50%, pero hay que aclarar que se compara con un

mes caótico para la actividad y en el que también impactó fuerte

la venta de vehículos al campo.

En un informe difundido esta semana, la UIA ratificó que la

actividad manufacturera se desplomó casi 5% el año pasado y estimó

que en este 2017 habrá un incremento de entre 1 y 2%, porque el

punto de comparación es realmente bajo.

Incluso, alertó que "si bien el escenario internacional en

materia comercial presenta más incertidumbres que certezas, Brasil

no traccionaría la producción local porque experimentaría un

crecimiento muy bajo, pero al menos dejaría de caer".

El atraso cambiario es otro tema que desvela a industriales por

el impacto que tiene en la competitividad del sector

manufacturero.


El consumo tampoco da muestras de reacción: el INDEC informó

que las ventas en shoppings y supermercados se desplomaron durante

2016 y, según las consultoras privadas, la tendencia continuó en

el mes y medio que va de 2017.

En este marco, el año electoral suma dificultades para que el

Gobierno pueda encontrar una senda sólida de crecimiento

económico.


Autor: Redacción

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