Internacionales

Un conflicto sin final

El 11 de febrero de 2011, tras 18 días de manifestaciones violentas en las que murieron unas 850 personas, Egipto, el país más poblado del mundo árabe, puso fin a 30 años de poder absoluto de Hosni Mubarak. Poco después de su caída, el ejército tomó el poder antes de la llegada del islamista Mursi en junio de 2012 tras las elecciones. Pero un año más tarde miles de personas salieron a las calles para pedir su dimisión, acusándole de querer islamizar el país.

El 3 de julio del año pasado, el general Al Sisi, entonces ministro de Defensa y ahora vice primer ministro, anunció la destitución y el arresto de Mursi. Al Sisi no esconde su ambición de presentarse a las elecciones presidenciales previstas este año y tiene el apoyo de muchos egipcios, que quieren terminar con tres años de "caos" en un país en plena crisis económica y que ha perdido a todos sus turistas.

Autor: REDACCION

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