Suplemento Economía

Un cierre de 2014 con turbulencias

"Más allá de lo que depare el conflicto con los holdouts, la economía doméstica atravesó uno de los peores semestres de la década (excluyendo el año 2009) y la caída del nivel de actividad se acelera. De acuerdo con el PBI, el nivel de actividad interno cayó aproximadamente un 1.7% en los seis meses del año respecto del mismo período del 2013 y ya alcanzó nuestro pronóstico original de caída para todo el año (1.8% a/a)", sostiene en su último reporte semanal la consultora Economía & Regiones (E&R). "A diferencia de otros episodios de turbulencia macroeconómica, no hubo sectores beneficiados por la coyuntura y la caída fue relativamente homogénea para todas las ramas de la oferta agregada", consigna.

Con respecto a los "factores que forjaron la mala performance de la actividad", enumera "la aceleración de la inflación -que ascendió 14 puntos porcentuales en seis meses del año (pasó de 26% a 40% a/a)-; la brusca devaluación de enero (22%); el avance de las expectativas de inflación y devaluación; el incremento del déficit y dominancia fiscal".

En concreto, agrega el documento, "se observa que los sectores que traccionaron el crecimiento económico de los últimos años presentan fuertes reducciones de su actividad: la construcción exhibe una merma del 2%, el comercio (minorista y mayorista) cae un 3.8% interanual, la industria se reduce un 4.1%, la intermediación financiera un 4.5% a/a en el primer semestre". "De modo que con la dinámica descripta resulta difícil que el producto bruto geográfico alcance un resultado positivo durante este año. Es más, si la caída del nivel de actividad cediera, el PIB dejara de crecer y se mantuviera (congelado) en los niveles del segundo trimestre ’14, el producto bruto terminaría cayendo en promedio un 1,2% en 2014. En pocas palabras, 2014 ya es un año de recesión económica", subraya. 

En este contexto, cabe "destacar la floja performance que exhibe el agregado industrial (-4.1% a/a) durante el primer semestre y en especial la fuerte contracción que atraviesa el sector automotriz con una caída de la producción mayor al 20% anual durante el período bajo estudio (según las estadísticas de INDEC)". En este sentido, señala que "la producción de autos fue la locomotora del agregado industrial desde 2003, con un crecimiento promedio en torno al 19% anual durante la última década, que hizo que la actividad vaya ganando importancia relativa en la estructura económica y absorba el 15% del producto industrial y el 3% del PBI; esta performance de la actividad se replica en toda la cadena productiva (vertical y horizontal), incluyendo al empleo, a la producción y venta de autos, a la fabricación de autopartes, a las exportaciones y a las industrias conexas como la metalmecánica o la de caucho y plástico".

Con respecto a lo que se puede esperar en la segunda parte del 2014, E&R no tiene una mirada optimista. "Lo más probable es que la contracción de la actividad se profundice durante la segunda mitad del año y que la merma del PBI sea mayor al -1.7% (del primer semestre). En este sentido, el raid inflacionario erosiona el poder adquisitivo del salario e impacta directamente en las decisiones de consumo de las familias, mientras que la incertidumbre y las expectativas de devaluación (y más inflación) afectan el gasto en capital de las empresas e impacta directamente al mercado de trabajo reduciendo el empleo", advierte.

"Argentina se encamina al peor escenario que pronosticábamos a principios de año. Los efectos del default empeoran las expectativas, las decisiones de consumo e inversión y puede recrudecer la dinámica de la actividad. Sobre todo si se incrementa la probabilidad de pasar de un default breve a uno duradero", finaliza.

Autor: REDACCION

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