Editorial

Un balance que entristece

Los primeros números que se están conociendo a raíz de los devastadores incendios que desde hace varios días están castigando a Australia, además de generar una enorme preocupación, transmiten una sensación de tristeza que no resulta sencillo explicar.

De acuerdo a los informes de los ecologistas, se estima que aproximadamente ¡480 millones de animales! perecieron como consecuencia del incontrolable avance de las llamas en la mayor isla del continente oceánico.

Los granjeros australianos perdieron decenas de miles de ganado en los incendios forestales y muchos tuvieron que sacrificar animales que sufrían estrés por el calor extremo y las graves quemaduras.

La cifra que trascendió se refiere sólo a las especies de una gran parte de los mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales del Sur, el más afectado por el fuego, con sus 36.000 kilómetros cuadrados de terrenos que están virtualmente calcinados.

Se estima que más de 150 incendios forestales ardían el fin de semana en esa región, la más poblada de Australia.

Pero además de lo comentado, expertos en vida silvestre le informaron al parlamento estatal de Nueva Gales del Sur en noviembre que al menos 2.000 koalas habían muerto en incendios forestales, aunque se dijo que esa estimación era extremadamente conservadora y hoy lógicamente se incrementó.

Los expertos aseguraron, con mucho pesar, que la crisis de los incendios había aumentado el riesgo de extinción de los koalas, carentes de refugios seguros como consecuencia de la destrucción de su hábitat natural por la excesiva limpieza de tierras para la agricultura y el desarrollo urbano.

Es un desastre sin precedentes desde el punto de vista de la fauna, se expresó en diferentes organismos destinados a preservar la ecología y que actualmente no pueden cumplir ese propósito ante la voracidad de los incendios que desde el mes de septiembre no pueden ser controlados.

Los datos surgieron de la extrapolación de los resultados al conjunto del país, donde se quemaron -en todo el país- unas 50.000 kilómetros cuadrados, la superficie equivalente, por ejemplo, a Costa Rica.

Se reconoció, sin embargo, que aún no se conocen los números exactos de las pérdidas ocasionadas por el incendio en otras áreas importantes del país, como el estado de Victoria, que ya había padecido una terrible destrucción en 2009.

Australia, vale la pena señalarlo, acoge a una gran variedad de animales únicos en su territorio, con casi 300 especies nativas, como los canguros y koalas, además de los menos conocidos ornitorrincos, equidnas y dingos.

De esta diversidad de especies, unas 244 -es decir más de un 80 por ciento- solamente se encuentran en ese país.

Pero también es importante conocer otro dato, realmente espantoso, ya que unas 34 especies de mamíferos australianos se han extinguido en los últimos 200 años con la colonización, siendo la tasa de pérdida más alta del mundo.

Lamentablemente, la aceleración del cambio climático, derivará en períodos de sequía más prolongados y los incendios serán más severos en el futuro, se consignó en otro informe desalentador de científicos y ecologistas.

Entre tantas noticias alarmantes, en las últimas horas de conoció una que fue muy bien recibida por los habitantes de la región arrasada por el fuego: la ansiada lluvia se constituyó en un dato alentador.

En especial, porque se estima que, en caso de prolongarse la caída de agua, el trabajo conmovedor que vienen realizando los abnegados bomberos, podría tener un valioso aliado.

De todos modos, la bendición que llega desde el cielo, no será suficiente para reparar los daños irreversibles que han ocasionado los incendios. Pérdidas millonarias en lo económico, pero lo más importante en vidas humanas, sumadas a la muerte de millones de animales.

No es la primera tragedia registrada en los últimos meses. Otra de similares dimensiones afecto a la Amazonia, el mayor productor de oxígeno de todo el planeta, que generó, incluso, algunos enfrentamientos políticos importantes de países que analizaron el fenómeno con ópticas diferentes.

Autor: REDACCION

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