Editorial

Un año en baja

Mientras desde los despachos gubernamentales se trata por todos los medios, y apelando a toda la batería de recursos posibles, para amortiguar el efecto negativo de la crisis, que además de golpear fuerte con la realidad de todos los días, tiene indicadores que resultan muy claras evidencias de lo que está sucediendo con la economía del país, en franco descenso. 

Datos recientes difundidos por el Estimador Industrial dieron cuenta que en el pasado mes de julio la industria  volvió a experimentar una baja de 1%, con lo cual sumó un año completo de caídas consecutivas, pero además, como para provocar una perspectiva aún más preocupante, todas las estimaciones coinciden en que las expectativas del sector siguen siendo claramente adversas, ya que son muchas más las empresas que consideran que la demanda continuará en baja que aquellas que creen que podría llegar a aumentar para quebrar una tendencia que ya lleva una docena de meses, y que en los últimos seis determina una recesión que a esta altura queda en evidencia por sobre todas las argumentaciones que se deslizan desde el gobierno, además de algunos datos estadísticos del INDEC que poco y nada tienen que ver con la realidad.

Siempre dentro de esta evaluación de expectativas del Estimador Mensual Industrial, digamos que también son más las empresas que dicen tendrán baja en el uso de su capacidad instalada, y también mayoría los que consideran que deberán reducir sus plantas de personal. En cuanto a la construcción, la actividad del mes de julio estuvo en baja en 2% y el descenso se eleva a 2,3% cuando se formula la comparación interanual.

Una de las consecuencias más nefastas de esta baja en áreas de producción clave es la pérdida de puestos de trabajo, como por ejemplo en la construcción donde según información oficial del INDEC en los dos últimos años se perdieron 20.000 puestos de trabajo, pasando de tener registrados en el segundo trimestre de 2012 a 493.492 trabajadores, al registro de abril, mayo y junio de este año con 404.284 empleos formales.

También en la industria de la construcción, los empresarios se mostraron pesimistas en todas las estimaciones. Es que aquí, al igual que en el sector inmobiliario que se rigen por el dólar, sus actividades no cuentan con mucho margen de recuperación mientras que la divisa extranjera se mantenga dentro de las actuales condiciones, con cepo y disparada del paralelo que por un lado restan de manera muy significativa el poder adquisitivo de la población e impactan muy fuerte en el acceso al crédito hipotecario, con lo cual tanto la construcción como el mercado inmobiliario sufren las consecuencias, tal como viene sucediendo desde hace tiempo.

Situaciones como la descripta traen aparejadas estas consecuencias, pues se resuelven medidas de apuro para tratar de salvaguardar un sector sin medir el perjuicio que se le causa a otro, como ocurre en este caso cuando se implementó el cepo cambiario para proteger las reservas del Banco Central, aunque tampoco allí se haya tenido éxito pues las mismas se mantuvieron en constante baja. Es que, cabe recordarlo, por otro lado se reformó la Carta Orgánica del Central para poder apelar sin trabas a sus recursos como fuente de pago de la deuda y la financiación del funcionamiento del Estado, con resultados que están a la vista.

Lo concreto es que la recesión no da tregua y las estadísticas, incluso aquellas que tratan de maquillarse, muestran una realidad que es evidente. Las manufacturas por caso, en el mes de julio experimentaron una baja de 1% respecto a igual mes de 2013 y en los primeros 7 meses del año registraron una contracción de 2,9%.

El más fuerte golpe para la industria vino por parte del sector automotriz, que en julio tuvo una merma de producción y ventas de 30,1%, con lo cual de enero a julio de este año la baja fue de 22%, explicando además las razones por las cuales el personal viene sufriendo suspensiones, vacaciones adelantadas y otras clases de recortes, quedando en el umbral de los despidos.

En gran parte esta baja automotriz se debe a la caída de las exportaciones, que en julio solamente disminuyeron 38,7%, ascendiendo al 25,6% en los primeros 7 meses del año, aunque en igual medida estuvo afectado el mercado interno, con caída de ventas del 33,5% por parte de los concesionarios.

Autor: REDACCION

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