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Trump asumió la presidencia con la promesa de blindar las fronteras

FOTO AFP-NA AMERICA PARA LOS AMERICANOS. Es la consigna del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.

WASHINGTON, 21 (AFP-NA). - El outsider multimillonario

Donald Trump asumió ayer la presidencia de Estados Unidos con la promesa de poner siempre al país "en primer lugar" y

blindar las fronteras contra los inmigrantes y el libre comercio,

en un discurso inaugural cargado de populismo.

La altanera exestrella televisiva de gran jopo dorado y ninguna

experiencia política, que sucedió en las riendas de la primera

potencia mundial al demócrata Barack Obama, se instaló ya en la

Casa Blanca bajo la mirada preocupada de los aliados

estadounidenses.

Y firmó ya su primer decreto, colocando un límite al pesado

costo de la ley de cobertura de salud conocida como "Obamacare",

la reforma más emblemática del gobierno del exmandatario, una

promesa de su campaña.

"A partir de este día, una nueva visión gobernará nuestra

tierra. A partir de ahora, solo será Estados Unidos en primer

lugar", dijo en su discurso en las escalinatas del Capitolio,

mientras comenzaba a caer una fina llovizna.

Trump, que quiere deportar entre dos y tres millones de

inmigrantes sin papeles y construir un muro en los 3.200 km de

frontera con México, pidió a los ciudadanos seguir "dos reglas

simples: compre estadounidense y contrate estadounidenses".


Fue aplaudido a rabiar varias veces por miles de simpatizantes

llegados de todo el país, aunque la multitud era notablemente

menor que en las inauguraciones de Obama en 2009 y 2013.

Antes y después de la investidura, centenares de manifestantes

anti-Trump chocaron con la policía. Lanzaron proyectiles,

rompieron vitrinas, incendiaron una limusina y fueron dispersados

con gases lacrimógenos. Hubo 217 detenidos en la mayor protesta,

informó la policía mientras que al menos seis uniformados resultaron heridos durante los enfrentamientos.


PODER A LA GENTE

"Estamos transfiriendo el poder de Washington DC y

devolviéndoselo a ustedes, la gente", dijo Trump, de 70 años, que

fijó como prioridad "erradicar el terrorismo islámico radical".

"Juntos haremos que EE.UU. vuelva a ser fuerte. Haremos que EE.UU. vuelva a ser rico. Haremos que EE.UU. vuelva a estar orgulloso.

Haremos que EE.UU. vuelva a ser seguro. Y sí, juntos, devolveremos

la grandeza a EE.UU.", afirmó.


Lamentó que Estados Unidos "enriquezca a industrias

extranjeras" y "subsidie ejércitos extranjeros".

"Hemos defendido las fronteras de otros países mientras nos

hemos negado a defender las nuestras (...) Debemos proteger

nuestras fronteras de los estragos de otros países que fabrican

nuestros productos, roban a nuestras empresas y destruyen nuestros

empleos", sostuvo.


La sorpresiva victoria de Trump, que hasta 2015 lideró el

programa de telerrealidad "El Aprendiz", está anclada sobre todo

en los votos de una clase trabajadora blanca que desconfía de los

políticos tradicionales y que siente que la globalización le ha

perjudicado, trasladando empleos a México o China.

Su aprobación en los sondeos es de 37%, el más bajo del que se

tenga conocimiento para un nuevo presidente, según una encuesta de

CBS News.


En un documento puesto en la página web de la Casa Blanca,

Trump ya anunció que se retirará de la Alianza Transpacífica (TPP

por sus siglas en inglés, integrado por 12 países, entre ellos

Chile, México y Perú, que cubren 40% de la economía mundial) y que

fue firmado en febrero, pero aún no ha sido ratificado.

También amenazó con abandonar el acuerdo de libre comercio con

México y Canadá (TLCAN) "si nuestros socios se rehúsan a una

renegociación que ofrezca a los estadounidenses un trato justo".


México observa al magnate inmobiliario neoyorquino con

inquietud. Sus políticas ya le han costado millones en inversiones

empresariales no materializadas y podrían arrastrar al país a una

recesión en 2017.

El gabinete de Trump es el más blanco y el más rico en décadas.

Incluye a un solo negro y por primera vez en casi 30 años, a

ningún hispano, lo cual le ha valido fuertes críticas de la

primera minoría del país, con más de 55 millones de personas (17%

de la población).


APLAUSOS Y ABUCHEOS

En las escalinatas del Congreso Trump prestó juramento sobre

dos biblias sostenidas por su tercera esposa, Melania: una que le

regaló su madre en 1955, y la de Abraham Lincoln, que luchó por la

abolición de la esclavitud, también utilizada por Obama hace

cuatro años.

Tras su breve discurso, desfiló en limusina hacia la Casa

Blanca con su esposa, una exmodelo de 46 años nacida en Eslovenia

que vistió un elegante vestido y una torera de cachemira celeste

cielo de Ralph Lauren, muy en el estilo de Jackie Kennedy Onassis.


En el trayecto desde el Capitolio, Trump y Melania abandonaron

tres veces la limusina blindada para caminar y saludar a la

multitud, en medio de un espectacular dispositivo de seguridad.

"¡No es mi presidente! ¡No es mi presidente"!, gritaban los

manifestantes, mientras los votantes de Trump aplaudían y

vitoreaban.


Trump firmó asimismo una proclama para crear un "día nacional

del patriotismo" y una excepción para permitir que el exgeneral

James Mattis sea secretario de Defensa, pese a una regla que pide

siete años de retiro antes de que un militar pueda asumir un cargo

gubernamental. 

Mattis fue confirmado como jefe del Pentágono por el Senado más

tarde este viernes.

Esta noche Trump y su esposa participarán en tres cenas de

gala.

Autor: Redacción

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