RIO DE JANEIRO, 28 (AFP-NA). - La reelección por un apretado margen de la presidenta brasileña Dilma Rousseff desplomó ayer la bolsa y el real, dejando en evidencia los desafíos que enfrenta para unir al país y reactivar la estancada economía.
Los mercados, que preferían al derrotado presidenciable Aecio Neves y han mostrado "alergia" a Rousseff en los últimos tiempos, se desplomaban en la primera jornada hábil tras el balotaje.
La bolsa de Sao Paulo caía 3,77% y se situaba en 49.983 puntos hacia las 13h10 (15h10 GMT), reduciendo pérdidas tras registrar un derrumbe de 6% minutos después de la apertura.
El real también caía un 3,21%, cotizado a 2,53 ante el dólar, tras caer casi 4% al inicio del día.
La exguerrillera de 66 años, triunfó con 51,6% de los votos, apenas tres puntos sobre Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro), que obtuvo 48,3% en la elección más reñida del país desde 1989.
"Es esperado que el mercado reaccione con pérdidas este lunes, la presidenta tiene que anunciar esta semana quién será su ministro de Hacienda", dijo a la AFP el economista jefe de Gradual Investimentos, André Perfeito.
Aecio Neves, que encarnaba el cambio, atraía a la clase media y alta, a los mercados y a los desilusionados por los escándalos de corrupción ligados al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
Prometía un giro liberal para reactivar el crecimiento y menos intervención del gobierno en la economía.
VOLVER A CRECER
"La palabra más dicha durante la campaña fue cambio. Fui reelecta a la presidencia para hacer los cambios que la sociedad quiere", subrayó Rousseff en su primer discurso tras ser reelecta, y prometió adoptar medidas "para recuperar nuestro ritmo de crecimiento".
La mandataria anunció hace semanas la próxima salida del gobierno del desprestigiado ministro de Hacienda, Guido Mantega, que aún no tiene reemplazante oficial.
Tras un alza espectacular de 7,5% en 2010, durante el primer mandato de Rousseff la séptima economía mundial ha registrado un magro crecimiento, menor incluso al de las demás potencias emergentes.
El primer semestre de 2014 sufrió una recesión técnica y tanto los mercados como el FMI esperan que el año concluya con un alza del PIB cercana a cero.
A esto se suma una inflación de 6,75% en 12 meses, por encima del techo de la meta oficial, aunque el desempleo todavía se mantiene muy bajo, en 4,9%.
"El primer desafío de Dilma Rousseff es reaproximarse al mercado. Tener un buen diálogo con el sector empresarial, el sector financiero que, sin duda, estaban muy descontentos con ella", dijo a la AFP el analista Marco Antonio Teixeira, de la prestigiosa Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo.
Durante los 12 años de gobierno del PT, más de 40 millones de brasileños salieron de la pobreza e ingresaron en la clase media gracias a subsidios directos para familias pobres, viviendas populares, enseñanza técnica gratuita y cuotas universitarias para negros y estudiantes de muy bajos ingresos. La presidenta promete ampliar estas conquistas.