En tiempos de vacas flacas, la distribución de los recursos que ingresan al Fisco vía impuestos que pagan los contribuyentes adquiere una mayor relevancia, más allá de que resultan insuficientes para cubrir las necesidades crecientes del gasto que requiere lo que se denomina "el Estado presente", aunque muy ineficiente. Todo lo que le hace falta al Gobierno para llegar a fin de mes y pagar las cuentas domésticas, se arregla con emisión monetaria que después, inevitablemente, deriva en una mayor inflación.
Antes de analizar los giros del Gobierno nacional a las provincias, es preciso subrayar que las transferencias por Coparticipación representan una buena parte de los ingresos provinciales: en promedio, alcanzan el 71,3% del total. En este marco, las transferencias a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires en concepto de Coparticipación Federal tuvieron en mayo un aumento real del 7,4%, inferior a la suba de más del 16% que en el mismo período registró la recaudación nacional, debido al efecto que mostraron las retenciones, de acuerdo con un informe. El 72,7% de aumento de la recaudación impositiva tuvo a la Administración Nacional a un claro ganador, ya que los recursos que percibió tuvieron una suba del 101,2% contra un 57,4% que le correspondió a CABA y las 23 provincias.
La diferencia entre ambos se explica en su mayor medida por el significativo crecimiento de los derechos de exportación del 267,8% cuya recaudación, al no coparticiparse, queda íntegramente para la Nación. De todos modos, puede observarse en lo que va de 2021 una mejora en los ingresos de las provincias, tanto en transferencias nacionales como en recursos propios, por el incremento de la presión impositiva y por la baja base de comparación que representaron los primeros meses del aislamiento social.
Con la información parcial disponible por la demora en algunas provincias en proveer la información correspondiente, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) remarcó que es posible distinguir que en el mes de marzo todas las provincias, a excepción de Salta lograron ganarle a la inflación anual. Esto sigue la línea, sostiene el reporte, con lo sucedido en relación con las transferencias de recursos de Coparticipación donde, salvo CABA, el resto tuvo un muy buen desempeño en términos reales. Cabe aclarar que que el distrito porteño sufre un fuerte recorte de las transferencias a partir de septiembre del año pasado. En ese sentido, la entidad indicó que a partir del tercer mes del año los recursos propios de las provincias se incrementaron en promedio casi 20% y que se trata del cuarto mes que muestra guarismos positivos en términos reales.
La suba en términos reales de las transferencias por Coparticipación Federal ya acumula diez meses consecutivos, en una serie iniciada en agosto del año pasado, luego de las notorias caías del inicio de la cuarentena, al igual que la recaudación nacional.
En marzo del año pasado, inicio del aislamiento, la baja real de la Coparticipación fue del 11,5% interanual, que se profundizó en abril -primer mes de aplicación plena del ASPO- con un -18,7% y tocó su piso en mayo, con un descenso del 26,1%. Las caídas se atenuaron en junio (12,3%) y julio (14,3%), para pasar a ser una evolución positiva del 1,7% en agosto.
El incremento interanual fue del 4,2% en septiembre, del 13,7% en octubre y del 12,9% en noviembre, para cerrar 2020 con una suba del 19% en diciembre, siempre en términos reales. Los primeros cinco meses de 2020 también mostraron alzas interanuales que superaron a la inflación en 3,8% en enero, 5,7% en febrero, 21,1% en marzo, 38,4% en abril y 7,4% en mayo.
Por su parte, los recursos provinciales tuvieron una evolución similar a los nacionales, en consonancia con las distintas etapas de la pandemia de coronavirus y las restricciones aplicadas.
CEPA destacó que en abril y mayo del año pasado se produce la mayor caída: 23,5% y 20,1% respectivamente y que en junio esa baja se redujo al 12,5%. Entre julio y noviembre, indicó la recuperación se presenta lenta, amesetándose aproximadamente en -5%, pero llegando a casi cero a finales del año pasado, con caídas en cada uno de los cinco meses del período del 6,2%, 5,7%, 9,3%, 2,9% y 0,4%. En diciembre se inició la tendencia positiva que continúa hasta la actualidad, con incrementos del 5,6% en el último mes de 2020, 3,4% en enero, 2,3% en febrero y 19,9% en marzo.
En relación a los impuestos provinciales, la evolución en marzo es significativa para todos los rubros: Ingresos Brutos, si bien es la que menos se incrementa, lo hace muy por encima de la inflación y resulta el impuesto más representativo en materia de ingresos provinciales. En términos de representación le sigue el impuesto inmobiliario (11,3%), automotor (10,7%) y sellos (7,8%), que en todos los casos se incrementaron de manera sensible.