Suplemento Economía

Todos deberíamos estudiar finanzas

Es necesario educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de mejorar las finanzas personales y lograr salud financiera.
Crédito: BMI

Por Guillermo Briggiler

En la vida diaria, el manejo del dinero es una habilidad que a menudo pasa desapercibida hasta que nos encontramos con un problema financiero. La política se aprovechó durante mucho tiempo de esto y emitió dinero entregándolo a troche y moche para dar sensación de que teníamos riqueza.

Por un lado, entregaba dinero, vía planes, jubilaciones, bonos, subsidios y por otro lo hacía que este pierda valor por la inflación, generada por esos billetes que se emitían y circulaban sin estar respaldados en mayor producción de bienes y servicios.

Por dicho motivo, empezar a gestionar nuestras finanzas personales a tiempo puede evitar muchos dolores de cabeza en el futuro y sería muy interesante que se impartan conocimientos financieros en la educación formal de las personas desde la juventud. De hecho, en los últimos años hubo intentos y proyectos que impulsaban la incorporación de estos contenidos -incluir herramientas para planificar, establecer metas y tomar decisiones conscientes sobre finanzas- a la escuela secundaria, pero no se materializaron.

El ahorro es uno de los pilares fundamentales para tener tranquilidad en nuestras finanzas. Ya sea para un objetivo a largo plazo, como unas vacaciones soñadas o la universidad, o simplemente para contar con un fondo de emergencia, crear el hábito de ahorrar puede marcar una gran diferencia. No se trata de guardar grandes sumas, sino de hacerlo de manera constante, lo que permitirá a largo plazo cumplir nuestras metas sin depender de deudas.

Sin embargo, parecería que hablar de ahorro en un país con la mitad de la población en la pobreza es un disparate. Pero, todo lo contrario, se comienza hablando del tema, y buscando una buena salud financiera. Esencialmente lo que vemos ahora a nivel del gobierno nacional, es clave poder elaborar un presupuesto que cuadre ingresos con gastos. En las familias debe hacerse según la frecuencia del ingreso, si este es un sueldo, lo correcto sería mensual, si se cobra por quincena o por semana, en dichos períodos y si la fuente de ingresos no es regular, con más razón debemos presupuestar para que puede alcanzarnos. Este sencillo ejercicio nos permite visualizar de manera clara cuánto dinero entra y cuánto sale. Con esta información, podemos hacer ajustes y evitar gastos innecesarios, priorizando las necesidades sobre los deseos. Tener un control sobre tus gastos te empodera para tomar decisiones financieras más informadas.

Hoy en día, no solo es posible manejar efectivo, sino que existen diversas herramientas digitales para gestionar nuestro dinero. Desde cuentas bancarias y tarjetas de débito hasta billeteras digitales, que con la inflación y la necesidad de voluminosas cantidades de efectivo, se popularizaron en su aceptación en casi todos los comercios. Las billeteras virtuales, además de facilitar las transferencias y pagos, nos ayudan a mantener un registro de las transacciones pasadas que se almacenan en la misma. El futuro vendrá de la mano de las criptomonedas, pero ello lo dejamos para otra oportunidad.

El crédito puede ser un aliado cuando se usa con inteligencia, evitando que el endeudamiento descontrolado pueda arruinar nuestras finanzas. Las promociones de pago en cuotas -con o sin interés- pueden ser aliadas de nuestras finanzas como convertirse también en un enemigo. Antes de adquirir un préstamo o utilizar una tarjeta de crédito, es importante analizar si realmente necesitamos ese producto y si podremos cumplir con los pagos en los plazos establecidos. De lo contrario, los intereses pueden crecer rápidamente, afectando nuestra capacidad de ahorro.

Aprender a manejar el dinero no es solo cosa de adultos, sino una lección que debe inculcarse a nuestros niños y jóvenes. Con ejercicios que le muestren lo que cuestan sus golosinas favoritas o sus gustos. Con un buen manejo de las finanzas personales, podemos reducir el estrés financiero y mejorar nuestra calidad de vida. Nunca es tarde para empezar, pero cuanto antes lo hagamos, mejor preparados estaremos para los retos económicos del futuro.

Hay muchos recursos disponibles para construir una base sólida para nuestro bienestar financiero. Aprovechemos para subirnos a la ola nacional, donde nos muestran que ya no podemos gastar por encima de los ingresos, por más que el destino sea loable, como la mejora en la educación o las universidades.

 

#BuenaSaludFinanciera

@ElcontadorB

@GuilleBriggiler

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web