La junta directiva de Tesla ha exigido a su consejero delegado, Elon Musk, que aclare como piensa privatizar y sacar de la Bolsa a la compañía pagando a 420 dólares la acción, que supondría una inversión total de 72.000 millones de dólares.
Estos consejeros planean reunirse con asesores financieros la próxima semana y es probable que le pidan a Musk que se retire del cargo mientras analizan su propuesta.
El conflicto comenzó cuando el pasado miércoles Musk lanzó a través de Twitter la propuesta de privatizar la compañía a través de una OPA que tendría una prima de alrededor de un 25%. La reacción fue una subida de la cotización desde los 341,80 dólares hasta los 379,57.
REACCIONES
A continuación comenzaron a llegar las reacciones de consejeros de la compañía, de los analistas y el malestar de la SEC, el regulador bursátil estadounidense.
Para éste se planteaba la opción de investigar a Musk por intento de fraude o, cuanto menos, sancionarlo por no haber utilizado los cauces establecidos para comunicar cualquier decisión que pueda afectar a los inversores.
La SEC sigue pidiendo a las empresas listadas en la Bolsa que rellenen un formulario para advertir de sus cambios de estrategia, pero hasta ahora no había contado con que se pudiera hacer vía Twitter.
Todo esto ha hecho replantearse la cuestión al grupo de creyentes accionistas de Tesla, el valor de cuyas acciones bajó a 352,45 dólares al cierre del jueves y caía por debajo de 349 dólares ayer a media sesión.
Además, el excepticismo es total. Se estima que Musk podría poner encima de la mesa unos 22.000 millones de dólares pero le seguirían haciendo falta más de 40.000 millones más para cubrir su oferta. Y nadie cree que una empresa que no hace más que perder dinero y que tiene una deuda de 9.380 millones de dólares pueda atraer más inversiones. Sus principales accionistas ya le han dicho que no. (Fuente: El Mundo Motor).