Por Hugo Borgna

Si bien todos los libros (incluido este, aunque humildemente la autora lo haya nombrado como “cuaderno”) tienen la marca original de quien los ha escrito, en este caso se han abierto barreras.
Teresita Tosco, activo personaje del arte, incursionó en la escritura mediante “15 perros cuentos” libro de 70 páginas, impreso en los talleres gráficos del diario “La Opinión” de Rafaela.
Teresita (reconocida actriz y dirigente del Centro Ciudad de Rafaela y de otras entidades de bien público) volcó aquí, sin derramar absolutamente nada, todo su amor hacia los perros, irguiendo en dos patas su mensaje hacia los “bípedos” (los humanos, en este caso representativos de su especie) para que comiencen a respetar a las mascotas perrunas y, por supuesto, como camino a que se los entienda y se los ame, tal cual y tanto como ellos hacen con sus dueños.
Teresita Tosco asume el difícil desafío de lograr un sitio medio entre el sentir profundo de los bípedos y de los cuadrúpedos y lo consigue mediante destacar el mérito que implica la capacidad de reconocer y dar amor verdadero (el coraje de querer, diría Alfredo Le Pera).
Armonizando admirablemente las dos formas de vida y de comunicación, se vale Teresita de cuánto recurso literario está a mano, con un modo discontinuo de relatar, saltando tiempos, hablantes y seres vivos, aderezando la pura historia con consejos para una ideal existencia común, y señalando con energía los abusos (a veces de una crueldad inaudita) de los bípedos hacia los perros. Se lucen, en un verdadero festival de figuras poéticas, constantes y continuas alusiones y definiciones (“Se le cayó encima el mismo destino fatal que a Pirata”, “el animalito había salido al patio y lo recorría con la ilusión de habitarlo”).
De equilibrio formal y temático, estos cuadernos –haciendo honor a su especie- permiten que al final de cada cuento (graficado además con claros dibujos en línea simple) los lectores respondan una serie de preguntas y se expresen sobre lo que acaban de leer. Dentro de la espontaneidad del relato, se advierte la capacidad de Teresita de mantener el eje de cada historia: todas cumplen el precepto del cuento; principio enunciativo, un desarrollo y un cierre.
“15 perros cuentos” es un libro necesario. Tanto para conocer las historias, como para la obligada reflexión acerca de cómo debería ser la relación entre los seres de las dos distintas especies. Escrito con la técnica de la narrativa oral (una sola idea por frase y relato directo de las acciones), son ideales asimismo para disfrutarlos por escrito, asimilándolos así a la situación del autor-juglar. Los títulos constituyen verdaderas tentaciones para leer cada relato inmediatamente (El negro zumbón, ¡Aquí no vamos a tener un perro, ni en sueños!, Hermanas en la desgracia, Buscaban un lugar en un corazón humano, Condenada por ser mamá).
Múltiples son las razones para acceder a este material sensible, inteligente, profundo -y, sobre todo, verdadero- quedando la sensación de que para percibirlo como se merece, el vocabulario resulta incompleto: deberemos tal vez, abrir la boca y saborear el mensaje parándonos en dos patas ofreciendo una de ellas, como el modo de saludo con la mano que usan los bípedos.