A pesar de que pasaron tres años de los trágicos sucesos de finales de 2001, cuando se registraron saqueos en una importante cantidad de ciudades de la Argentina en medio de la peor crisis socioeconómica y política de la historia del país, cada vez que se aproximan las tradicionales fiestas de Navidad y Año Nuevo el clima vuelve a tornarse espeso. Hay señales claras desde el Gobierno nacional de que podrían producirse reclamos de alimentos a supermercados y no se descartan que se puedan producir nuevos saqueos pese a la década ganada que está quedando atrás.
Hace diez días, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, se reunieron con 180 fiscales y jueces provinciales y federales, a quienes les pidieron que actúen "con inmediatez" ante posibles saqueos y situaciones de violencia en diciembre próximo y que "acompañen en la calle" la tarea policial.
Durante un almuerzo realizado en la Escuela de Gendarmería de La Matanza, los funcionarios y los magistrados y fiscales dialogaron sobre posibles desbordes durante diciembre, mes que en los últimos años se caracterizó por violentos saqueos en varios puntos del país, con personas muertas y heridas, y en el caso de hace un año, protestas de policías provinciales en reclamo de mejoras salariales.
Lo preocupante es que días antes del encuentro, Berni había confirmado que iba a reunirse con jueces y fiscales y reveló que había "informes confidenciales" sobre "intentos de saqueos" para fin de año, que atribuyó al "peronismo arcaico".
Más aún, hace dos semanas la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez, participó de la reunión del Consejo de Seguridad Interior al que asistieron 22 ministros de Seguridad provinciales, entre ellos el santafesino Raúl Lamberto, para coordinar políticas preventivas ante posibles conflictos sociales a fin de año.
En tanto, esta semana los jefes de la Policía
Federal y de la Bonaerense suspendieron las vacaciones o licencias del personal de
ambas fuerzas durante diciembre, ante la hipótesis de que se
produzcan saqueos o se incremente la cantidad de protestas y
movilizaciones por reclamos salariales.
Los funcionarios del Gobierno nacional y provincial creen
que podría producirse algún intento de saqueo o pedidos de
bolsones de comida en supermercados, pero también consideraron
que podría registrarse un incremento de protestas ya sea por un
bono económico de fin de año.
Los temores a posibles saqueos crecen en un contexto social difícil en el que aumenta el desempleo y la inflación esmeriló sustancialmente el poder de compra del salario y de los subsidios. Por su parte, el movimiento Barrios de
Pie le pidió esta semana a la Iglesia que "interceda ante el Gobierno
Nacional" para que "convoque a una mesa de diálogo" con el
objetivo de tratar la "desesperante crisis social".
El pedido fue realizado a través de una carta entregada a la
Conferencia Episcopal Argentina en la que trasmitieron su
"preocupación ante la desesperante crisis social".
El coordinador nacional de Barrios de Pie, Daniel Méndez, denunció que "ha existido
un incremento de la pobreza a lo largo de todo el año; y el
Gobierno no sólo no da respuesta, sino que acusa falsamente a
quienes salen a pelear por su derecho a unas fiestas dignas".
Esta agrupación intentó en varias oportunidades reunirse con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, e incluso mantuvo
fuertes cruces con el Gobierno en las últimas semanas, luego de
que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, la acusara de
organizar "intentos de saqueos" para fin de año.
La polémica se produjo luego de que la organización se
movilizara frente a varios hipermercados para reclamar bolsones
de alimentos.
Ante esta atmósfera de creciente tensión social, los supermercados chinos hicieron circular esta semana un nuevo protocolo en caso de que se desate una ola de saqueos. Es que cada vez que se registraron este tipo de actos violentos y robos fueron los primeros en sufrir la acción de los vándalos. En 2013, en Rosario hubo saqueos sobre 21 supermercados chinos y a nivel nacional el número total de autoservicios orientales que fueron violentados llegó a 40.
Miguel Angel Calvete, Director Ejecutivo y vocero de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas en la República Argentina, detalló que "las medidas elaboradas consisten, en principio, en la distribución de intercomunicadores para establecer una alerta temprana, tener un horario más limitado de apertura y no estar sobre stockeados, todo esto en aquellos autoservicios ubicados en las zonas de mayor riesgo". Además, indicó que "el Gobierno Nacional habilitó un call center con una línea gratuita para que los comerciantes de origen chino puedan efectuar sus denuncias, siendo atendidos en su propio idioma y facilitando así el pedido de ayuda".
Así las cosas, el Gobierno maneja informes confidenciales sobre una presunta movilización de organizaciones sociales en reclamo de bolsones o bonos de fin de año. Ojalá el 2014 termine en paz.