SAN PABLO, Brasil, 23 (AFP). - Brasil, epicentro global de la pandemia del coronavirus, teme la falta de oxígeno y medicamentos en unas Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que están al límite, mientras busca dar un empujón a la campaña de vacunación con la llegada del primer lote de dosis del programa internacional Covax.

Los gobernadores regionales han alertado sobre la posibilidad de que ocurra un "colapso dentro del colapso" que ya vive el sistema público de salud, como consecuencia de la explosión de contagios que ha golpeado a todo el país al mismo tiempo.

¿El motivo? La escasez, detectada en algunas zonas de Brasil, de sustancias que se usan para los pacientes con cuadros graves de Covid-19.

Es lo que se conoce como "kit de intubación", que incluye oxígeno, analgésicos, sedativos y bloqueadores neuromusculares, entre otros medicamentos. Ese problema radica en la saturación cada vez mayor de los hospitales.

Las UCI de 25 de los 27 estados brasileños están con un índice de ocupación superior al 80 por ciento, lo que ha provocado que empiecen a escasear estos insumos médicos de vital importancia.

Brasil acumula hasta la fecha casi 12 millones de contagios y 295.000 muertes, según datos oficiales.

La semana pasada sumó más de 2.400 fallecidos diarios asociados al virus y las previsiones no apuntan a una mejoría en el corto plazo.

En San Pablo, la ciudad brasileña más golpeada en números absolutos, con casi 600.000 positivos y más de 20.000 muertes, varios pacientes fueron derivados en los últimos días a distintos hospitales debido a un retraso en la entrega de cilindros de oxígeno por parte de la empresa responsable.