Automotores

Superdeportivo: adrenalina en apenas dos segundos

FOTO ARCHIVO DODGE CHALLENGER. Es el muscle car más rápido del planeta con su motor V8 Supercharged de 852 CV.

Hace pocos días, el jefe de Planificación de Productos de Jaguar, Hanno Kirner, admitió en una entrevista un rumor que hace tiempo circula por las redes sociales: que la tradicional marca británica tiene intenciones de que su departamento de potenciación, Special Vehicle Operations (SVO), está evaluando construir un I-Pace, el SUV 100% eléctrico de Jaguar, con especificaciones SVR.

"Teóricamente -remarcó Kirner a la revista especializada inglesa Autocar-, un Jaguar I-Pace SVR tendría sentido dentro de la gama y seríamos capaces de producir un modelo que registrara 1,8 s de 0 a 100 km/h, pero nos preocupa que el torque (o par motor, algo así como la "fuerza" del propulsor) instantáneo y la performance de un vehículo de este tipo sea demasiado para un conductor promedio". Si este auto finalmente ve la luz, se convertiría en el vehículo de serie con mayor aceleración del planeta; claro que, por ser eléctrico, como ya veremos, corre con ventaja.

No solo yendo a alta velocidad fluye la adrenalina. También lo hace acelerando muy fuerte en distancias cortas. Es el concepto que los norteamericanos inventaron y pusieron en práctica con sus dragsters; es decir, con lo que por allí llamamos "picadas". Pero, cuidado con esto: hay que hacerlas en forma legal, en un circuito especial para realizarlas sin peligro para terceros.


LA MANO DE LA FISICA

Pero esa prueba es para pesos pesados. Para los autos más "normales", las pruebas de aceleración por excelencia son las de 0 a 100 km/h (entre los más deportivos, también 0-200 km/h) y la de 0-400 m, el famoso "cuarto de milla" norteamericano.

Puede suponerse que cuanta más potencia tenga un vehículo mayor será su capacidad de aceleración, pero esto no es tan así. Hay otros factores que juegan decisivamente en qué tan rápido acelera un automóvil.

El peso, por ejemplo, es muy importante: cuánto más pesado sea el vehículo, peor acelerará. Entonces, aquí entra a jugar un factor decisivo en la aceleración: la relación peso/potencia. En otras palabras, cuántos CV, HP o kW tenemos bajo el capot para mover cada kilogramo de la masa de nuestra unidad. Lo que lleva a un axioma: cuanto menor es la relación peso/potencia, mayor es la aceleración.

Hace apenas unos días se lanzó en el país el Mercedes-Benz AMG E 63 S 4Matic, una berlina de lujo transformada en deportiva por AMG, la división de potenciación de modelos de la marca de la estrella que, con su motor V8 biturbo 4.0 L de 612 CV y un peso de 1765 kg (2,884 kg/CV), acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 s.

Para concluir con la "cadena alimenticia", el Lamborghini Huracán Performante, por ejemplo, equipado con motor V10 a 90° que desarrolla 640 CV a 8000 rpm y un torque de 600 Nm (61,2 kgm) a 6500 vueltas, alcanza una relación peso/potencia de 2,15 kg/CV, que le sirve para acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 s y de 0 a 200 km/h en 8,9 s, según datos de la marca italiana.



Autor: REDACCION

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