Justo cuando la economía está inmersa en medio de un debate, generado de manera especial luego del revés electoral del gobierno nacional en las recientes elecciones primarias, trascienden detalles más precisos respecto al sistema de subsidios implementado desde hace muchos años, durante el ciclo de la administración kirchnerista, el cual debido a su sostenida y permanente expansión se ha transformado en una carga poco menos que insostenible, afectando a todo el conjunto de la actividad económica, pues es indefectible que los recursos que se destinan a un sector son necesariamente restado de otros.
Un análisis sobre el tema, realizado por el periodista rafaelino Antonio Rossi en el diario Clarín, da cuenta que este año va en camino de convertirse en récord en materia de subsidios, por lo cual "dejará huellas en las cuentas públicas". Al paso que vamos, con compensaciones tarifarias y salariales a los colectivos de todo el país y a los ferrocarriles metropolitanos, es muy probable que cuando se llegue a fin de año se habrá destinado con este fin a un ritmo de 76 millones de pesos por día. Una cifra que en realidad alarma e intranquiliza por la situación de desborde en que se encuentra todo este sistema, pero que no es nada más que un 30% por encima de lo ocurrido el año pasado, cuando lo que insumieron los subsidios fue a razón de 50 millones de pesos diarios.
Dice el analista "sin tener en cuenta las numerosas denuncias planteadas por la falta de controles y los desvíos de fondos que practican las empresas transportistas, los subsidios para mantener congelados los boletos constituyen uno de los pilares de la política económica que la administración kirchnerista que viene desplegando desde 2003 y que promete mantener en el mediano plazo pese al creciente impacto fiscal que genera en los gastos del Estado". Tal reflexión se ajusta precisamente a estos días, en los cuales están bajo la lupa muchas de las deficiencias que viene arrastrando la actividad económica, que podrían ser objeto de alguna clase de revisión.
Recordemos que los subsidios trataron de ser eliminados progresivamente a fines de 2011, cuando luego de algunas medidas que tuvieron impacto tremendo en las facturaciones a los consumidores con posibilidades ciertas de generar un caos social, buscándose también un plan de adhesiones al retiro de subsidios de parte de personas identificadas con el gobierno, lo cual tuvo una duración efímera, ya que viendo los fuertes reclamos, absolutamente todo quedó en la nada, luego de disponerse una violenta marcha atrás sobre esa decisión.
Hoy las circunstancias cambiaron, pues el impacto sobre las cuentas públicas es muchísimo mayor, pero no parece probable que la revisión del sistema y algún intento de variante se disponga en lo inmediato, muchísimo menos con las elecciones de octubre por delante, donde se intentará revertir en parte la pérdida de 4 millones de votos, que pasaron del respaldo del 54% de los votos al 26% medido en agosto en las primarias.
Tanto para asistir tarifas como salarios, los receptores de subsidios -empujados por la inflación- tienen una tremenda voracidad, pudiéndose decir por ejemplo que al cumplirse el primer semestre, ya se había desembolsado el 80% del total de la suma asignada en el Presupuesto de este año, razón por la cual seguramente se deberá ampliar la partida. Allí fueron destinados 11.970 millones de pesos -a razón de 1.000 millones mensuales-, pero desde el área de Transporte sólo en la primera mitad del año ya se habían girado a las empresas de colectivos 9.537 millones. Es decir, sin profundizar demasiado, cuando lo previsto fueron 1.000 millones mensuales de subsidios, la realidad dice que las empresas requieren 1.500 millones. Con lo cual tenemos entonces que cuando llegue fines de diciembre, con todos los cálculos realizados, es probable que para tener los pasajes de colectivo planchados, se deberán destinar 21.000 millones de pesos, lo cual implicará entonces 26% más que lo destinado el año pasado y 175% que la estimación presupuestaria.
Mientras tanto, con los trenes metropolitanos, en el primer semestre se destinaron 3.407 millones de pesos para subsidios. Cifras estas que dan cuenta de una perspectiva realmente complicada, a la cual se le deberá ir dando una solución aplicada progresivamente.