Editorial

Subsidios oscilantes

Subsidios oscilantes

Aun cuando en este mes de junio el Gobierno nacional ha comenzado a reducir algunos de los muchos subsidios, en este caso concreto el del gasoil para el transporte, inicialmente con un 20% de los montos que venía distribuyendo, lo cual provocó un fuerte impacto en el servicio público de las grandes ciudades, conocidas las estadísticas oficiales del primer trimestre, se supo que los subsidios otorgados a empresas públicas y privadas tuvieron un aumento del 88% en ese lapso. De tal manera lo informó la consultora Ecolatina, al comparar lo entregado en estos tres primeros meses del año con igual período de 2010.

En gran medida, la explicación de ese 88% total estuvo dada por el 65% en la derivación de fondos al sector energético, que es el que más sigue consumiendo fondos públicos en mayor medida, mientras que en cambio las transferencias al transporte subieron 29% por debajo del promedio.

De acuerdo con las estimaciones de la consultora que realizó el análisis, es poco probable que los subsidios se desaceleren de aquí a fin de año, excepción hecha del transporte, que de todos modos no tendrá una significación demasiado grande dentro del contexto general. Dos detalles que ya fueron anticipados, y que avalan esa afirmación, son que ya está decidido subsidiar el gas en el invierno, además de haber anticipado Aerolíneas la duplicación de su déficit.

Con sólo mantener el peso en relación con el PBI, y según lo analizado en el primer trimestre, la proyección hacia todo el año indica que habrá una erogación superior a los 70.000 millones de pesos. Recordándose que esta metodología se había puesto en vigencia en 2003 con unos 1.000 millones que se transformaron en 35.000 en 2007 y ahora por sobre los 70 mil millones. 

Justamente, el sostenimiento de este sistema en el tiempo irá con dificultades crecientes, tanto por los grandes montos que se irán requiriendo, como por los condiciones sobre la inversión privada, a la cual se le hace muy difícil competir en estas condiciones. De acuerdo con la visión existente sobre esta situación que ya muchos comparan con la convertibilidad, o más atrás aún con la tablita de cambio, la salida debe irse dando en forma gradual, pues de hacerlo en forma de shock, provocaría un estado explosivo en la economía muy difícil de superar.

De todos modos, se coincide en que todavía el país dispone de márgenes de maniobra desde el punto de vista fiscal, que permiten encarar una desarticulación del sistema de subsidios, permitiendo de tal manera un redireccionamiento hacia los sectores más carenciados, que necesitarán de más tiempo para incorporarse al circuito de la economía productiva.

Construcción en alza

En el primer cuatrimestre del año la industria de la construcción mantuvo su crecimiento, registrando en este caso un 9,8%, tras contabilizar los 9,8% de abril con relación al año pasado en igual mes, que fue 2% superior a marzo. Los datos del INDEC establecen además que en ese lapso la superficie a construir aumentó un total de 7,5%, en tanto que las ventas de insumos para el sector mostraron también índices de crecimiento en la mayoría de los rubros.

Con relación a la encuesta cualitativa del sector que se hace simultáneamente al relevamiento de datos, digamos que entre los empresarios dedicados a la obra pública, el 63% estimó que el nivel de actividad no se modificará en el presente trimestre, mientras que el 26,7% espera un alza y apenas el 10% restante consideró que se reducirá la actividad. En cuanto a quienes se dedican al sector privado, el 81,8% estimó que su ritmo laboral se mantendrá sin variantes, mientras que el 9,1% cree que aumentará y también 9,1% que estará en baja. 

Se advierte, entre los empresarios, que hay un buen margen de confianza en el futuro inmediato, al menos prácticamente sin variantes hasta fin de año, siendo una buena señal, ya que como lo reiteramos cada vez al hablar del sector, la construcción es uno de los reflejos más valederos de la marcha de la economía.

Recordemos en tal sentido, pues suele decirse y con razón, que cuando la construcción está activa, es porque la economía está bien, ya que es habitual que a la misma se destinen buena parte de los ahorros, o bien de las ganancias que acumulan otro sectores. Pero además, se trata de una de las industrias más reactivadoras, por la amplia gama de rubros que abarca en todo sentido, tanto de insumos como mano de obra. 

Autor: Redacción

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