Parte II

Gente hay para todo y muestra de ello es, por ejemplo, el oportunismo del propietario de un Pontiac Bonneville de 1963 adaptado para su uso como ambulancia militar, como evidencia su característico color gris. Aunque no una cualquiera, pues se trata de la que sirvió para trasladar el cuerpo del presidente de los EE.UU. John Fitzgerald Kennedy tras ser asesinado en Dallas.

El vehículo, en un excelente estado de conservación, lleva un motor V8 de 283 caballos y sale a la venta justo cuando se cumplen 50 años de la llegada al poder de JFK como el presidente más joven en la historia del país. La ambulancia es propiedad de un coleccionista que, como suele ser habitual, ha recurrido a una empresa especializada para que le dé salida. En este caso, a la americana Barret-Jackson.

Aunque para el olvido es el que sufrió un excepcional Bugatti Type 57S Atalante encontrado, a comienzos de 2009, por los herederos de un médico inglés a la muerte de este. El automóvil, cubierto por el polvo pero en muy buen estado, había permanecido oculto desde que su dueño dejara de usarlo a comienzos de la década de los años '60 del siglo pasado, con unos pocos miles de kilómetros recorridos. Una vez los herederos se apercibieron de la joya con la que se habían topado, les faltó tiempo para ponerlo en venta. Los 3,5 millones de euros que obtuvieron por él (medio millón más de lo previsto) les dieron la razón.