Dos Ferrari regalados por un jeque
árabe al rey emérito Juan Carlos I de España fueron adjudicados
este jueves en subasta por algo más de 443.000 euros, informó el
gobierno.
Los dos vehículos eran un regalo que el jeque Mohamed bin
Rashid al Maktum, primer ministro de Emiratos Arabes Unidos, hizo
a Juan Carlos tras recibirlo a este en su país a fines de 2011 en ocasión de asistir al gran premio de Fórmula 1 en el que competía el piloto español Fernando Alonso.
Juan Carlos, que abdicó en junio de 2014 con una popularidad
bajo mínimos, nunca llegó a conducir estos coches, aparcados en el
garaje del Palacio de la Zarzuela, y su existencia se conoció en
2012 gracias a una web republicana de información.
En una España en plena crisis económica, sinónimo de desempleo
y recortes, los dos Ferrari -que no superan los 800 kilómetros recorridos- se convirtieron en un símbolo
embarazoso, máxime tras el escándalo de corrupción protagonizado
por Iñaki Urdangarin, yerno de Juan Carlos y cuñado del actual
rey, Felipe VI.
Los dos vehículos, uno negro y el otro gris plateado, fueron
cedidos a Patrimonio Nacional, un organismo que gestiona
determinados bienes del Estado español para uso y disfrute de la
familia real.
Finalmente fueron subastados este jueves, uno por 201.555 euros
a la concesionaria madrileña Argüelles Cars SL, y el otro por 242.287 euros a un
particular, Alvaro Alonso Sánchez.
Los precios de salida habían
sido, respectivamente, 195.000 y 180.000 euros.
Dichos precios fueron inferiores a los de una anterior subasta,
en octubre de 2015, que quedó desierta (en ese entonces salieron a la
venta con bases de 350.000 y 345.000 euros). El precio de los vehículos nuevos asciende a más de 725.000 euros.
Poco después de llegar al trono, y para recuperar el prestigio
de la monarquía, Felipe VI ordenó que ningún miembro de la Casa
Real reciba regalos "que superen los usos habituales, sociales o
de cortesía".
Juan Carlos I ya se desprendió en 2013 de un yate, regalo de
empresarios de las Islas Baleares, que fue vendido un año después
por 2,2 millones de euros.