Editorial

Sostener políticas de tránsito

Si todos los usuarios del sistema vial respetaran las normas de tránsito, entonces la seguridad en nuestras calles y rutas sería muy alta. Tampoco sería necesario destinar buena parte de los recursos públicos a montar estructuras de control y sanción y por tanto se podrían aprovechar esos recursos sobrantes para financiar políticas sociales, educativas y de salud pública. Pero lamentablemente nos portamos mal y necesitamos que papá Estado nos llame la atención, y si corresponde, nos castigue por nuestro inadecuado comportamiento.

La situación es paradójica puesto que establecemos un paquete de leyes sobre cómo debemos manejarnos como conductores de cualquier tipo de vehículos, pero resulta que después no nos ajustamos a esas reglas que escribimos, es decir que somos algo así como tramposos, entonces creamos un Estado policía con poder para controlarnos y si no hay alternativa, multarnos. 

De todas formas, no todos los conductores y peatones incumplen las reglas. Una gran mayoría se esfuerza en hacer las cosas como corresponde aunque a veces no resiste estar conectado al celular ni siquiera cuando está al volante, con el riesgo de que la distracción derive en un siniestro vial. Caminar por las calles de Rafaela permite comprobar fácilmente que hombres y mujeres utilizan el celular mientras conducen, incluso cuando circulan acompañados por niños a los que exponen a un mayor riesgo de que suceda algo no deseado. 

Si consideramos que la calidad del tránsito depende de distintos factores que van desde la conducta de los diversos usuarios hasta el estado de la infraestructura vial y las políticas públicas, en Rafaela se realizan esfuerzos por obtener mejoras. Recientemente la Municipalidad recibió un premio de la reconocida Asociación Civil "Luchemos por la Vida" por sus acciones en materia de seguridad vial.

De acuerdo a la resolución de esta ONG, Rafaela fue premiada en el rubro "Municipalidades" por sus sostenidas y eficaces acciones a favor de la Seguridad Vial, por medio de diferentes esfuerzos, tanto en el campo de la concientización y de la educación vial, como en el de los controles y sanciones, focalizados en temas claves para el cuidado de la vida, tales como el uso de cinturones de seguridad y cascos, y los controles de alcoholemia y de velocidad, esfuerzos que son reconocidos por la comunidad y que, sin duda, contribuyen a reducir los muertos y heridos en el tránsito. 

No viene mal de tanto en tanto una distinción de este tipo pues se presenta como un estímulo para continuar con las acciones. Hay que tener en cuenta que los premios "Luchemos por la Vida" fueron instituidos en carácter de reconocimiento para quienes, desde sus diferentes ámbitos de tareas o con sus vidas, contribuyen en forma destacada a esta causa por la vida de todos. La entidad entregó por primera vez este premio en 1996 y desde entonces, se otorgan a quienes se destacan en la promoción de la prevención de accidentes de tránsito, creando conciencia pública sobre el tema.

Como sintetizó el intendente Luis Castellano, luego de la premiación, los programas impulsados desde el Municipio en muchos casos con el aporte de vecinos, instituciones, escuelas, comercios, empresas y otros organismos, aportan a la toma de conciencia de que, si conducimos un auto, no debemos beber, si manejamos una moto, tenemos que usar el casco, que tenemos que respetar las señales de tránsito, al peatón y al ciclista. Al mismo tiempo, destacó el desarrollo de un plan que se relaciona con la evolución de una comunidad que cuenta con más de cien mil habitantes, que contempla restricciones de giros a la izquierda, instalación de semáforos inteligentes, controles de velocidad, pintado de sendas peatonales, diagramación de ciclovías y ciclocarriles.

Entre tantas iniciativas, se encuentra el programa "Conductor Designado" que, enmarcado en la campaña de seguridad vial y protección de la vida "Tu Vida Vale", está compuesto por una serie de acciones concretas de prevención. La propuesta consiste en que un integrante del grupo de amigos que decide salir una noche a un boliche o un pub se comprometa a ser el conductor responsable para que todos puedan volver a casa a salvo. Al finalizar la noche, los inscriptos se realizan voluntariamente el control de alcoholemia y en caso de que los valores registrados se encuentran dentro de lo permitido (0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para quienes conducen automóvil y 0,2 para quienes se desplazan en motocicleta), los jóvenes acceden a premios instantáneos y participan de un sorteo final.

Hay fundamentos fuertes para sostener este tipo de iniciativas. Según Luchemos por la Vida, Los jóvenes de 13 a 24 años constituyen

el 27% de las víctimas fatales en el tránsito, de las cuales el 71% de ellas son varones. En tanto, el consumo de alcohol constituye unos de

los principales factores causantes de

muertes en el tránsito, registrándose entre

las tres primeras causas de mortalidad vial

de los jóvenes en la mayor parte del mundo. Por tanto, se necesita continuar con firmeza cada política diseñada para mejorar la seguridad de nuestras calles. 







Autor: REDACCION

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