BUENOS AIRES, 24 (NA). - El ministro de Economía, Martín Guzmán, trató de cambiar el eje de la discusión que propuso días atrás la titular del FMI, Kristina Georgieva, quien había dicho que Argentina debía resolver el problema de la inflación, al señalar que también hay un problema de "distribución" de los ingresos y que las medidas que se pueden adoptar para frenar los precios "pueden ser regresivas".
El funcionario nacional habló en el marco de una reunión que mantuvo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional con ministros que participan de la Asamblea de Primavera del organismo de crédito en Washington.
"Los principales desafíos en este momento son la inflación y la distribución", señaló el titular del Palacio de Hacienda, quien admitió que la Argentina "tiene sus propios factores internos pero, además, la guerra en Ucrania ha agregado presiones significativas".
"Después de cuatro meses consecutivos de caída de la inflación, en febrero con la guerra vimos una reversión", remarcó el integrante del Gabinete, quien señaló que el aumento generalizado de los precios "se ha convertido en un problema global".
Guzmán insistió en advertir sobre la manera en que hay que "reaccionar ante la crisis distributiva por la que atraviesa el mundo".
"Si solo vemos un endurecimiento de la política monetaria en todo el mundo o aumentos en las tasas de interés y no solucionamos otros problemas, vamos a ver una gran turbulencia social y política, porque lo que va a pasar es que el mecanismo para aliviar las presiones inflacionarias va a ser una desaceleración de la economía, y eso es regresivo", planteó.
Y agregó: "Tenemos niveles de endeudamiento a nivel internacional que, en un contexto de subida de tipos de interés, van a generar crisis de deuda y el mundo no está preparado para resolver oportuna y eficazmente las crisis de deuda soberana".
"Hemos visto esto en las últimas cuatro décadas, la evidencia es muy clara. Hay acciones que deben implementarse si vamos a avanzar con políticas que aborden la inflación para evitar que las consecuencias distributivas sean desestabilizadoras", consideró.
Y concluyó: "Necesitamos un crecimiento que sea inclusivo, ese es el tipo de crecimiento sostenible".