El brote de triquinosis que se registró en el sur provincial y que tuvo como epicentro al departamento General López, motivó a que este miércoles se desarrollara una reunión en el Hospital Regional “Dr. Gutiérrez”, con el objetivo de unificar criterios y trabajar en conjunto en la prevención de esta enfermedad.
Del encuentro participaron, entre otros, referentes del Ministerio de Salud, como la directora de Epidemiología Carolina Cudós, el coordinador regional Pedro Bustos, el infectólogo Daniel Agostinelli y los directivos del efector público Daniel Alzari y Silvana Morelli; funcionarios de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria, encabezados por la secretaria Vanina Marconetti; y el director de Seguridad Alimentaria del Municipio de Venado Tuerto, Stefano Quaglia.
De acuerdo a lo publicado por El Litoral, en este marco Carolina Cudós brindó detalles de la situación actual tras esta serie de contagios que llegó a 64 casos confirmados en el extremo sur de Santa Fe, principalmente en localidades como Venado Tuerto, Hughes, Wheelwright y Rufino. “La mayoría no fueron situaciones de gravedad pero sí con muchos síntomas, ya que se trata de una enfermedad que se manifiesta de ese modo”, indicó, recordando que, según evaluaron, el consumo de los alimentos infectados con esta bacteria se habría dado entre el mes de junio y principio de julio.
Asimismo contó que aún resta determinar el origen de los productos y “por ello estamos trabajando en conjunto con la ASSAL”, señaló. Y añadió: “Debemos recordar que la triquinosis se transmite al humano a través del consumo de la carne de cerdo (cruda, mal cocida o a través de chorizos y embutidos), en especial cuando se trata de producción o faena casera". Cudós a su vez resaltó que este tipo de encuentro, como el que mantuvieron este miércoles en Venado Tuerto, apuntan a lograr un abordaje en conjunto con los SAMCOs de cada una de las localidades santafesinas, con el objetivo de generar mayor prevención y respuestas ante la aparición de casos.
UN HABITO INCORPORADO
Por su lado, Vanina Marconetti resaltó que “vivimos en una provincia que tiene incorporado el hábito, la costumbre o la cultura de hacer carneadas. Por eso, lo que nosotros recomendamos es que, previamente, se le haga los análisis al animal y para ello, la ASSAL cuenta con laboratorios habilitados. Esto permite consumir con tranquilidad, tanto la carne como los chacinados que se elaboran”. Cabe recordar que, esta producción casera está permitida para el consumo familiar y no para la venta, que está totalmente prohibida. “Comprar productos en lugares habilitados o de marcas registradas, minimiza las posibilidades de enfermarnos, porque son lugares que nosotros habitualmente visitamos”, exclamó.