Sociales

Soledad inexpresable

"Cada ser humano tiene un alma que no puede entretejer con ninguna otra. Podrán dos criaturas ser muy unidas, podrán conversar entre sí y estar juntas, mas sus almas son como dos flores, cada una arraigada en el lugar que le es propio, de manera que ninguna pueda llegarse hasta la otra si no es abandonada en sus raíces".

Este profundo pensamiento del novelista suizo Hermann Hesse lo recogí del no menos profundo libro de Alfonso Vergara: "No es bueno que el hombre esté solo". Aludiendo a la dimensión in-comunicable que hay en cada ser humano, Vergara escribe:

"Cada uno lleva a cuestas su propio misterio que ni él mismo es capaz de descifrar. Sabe que nadie en este mundo puede bajar a esa profundidad de su ser donde registra la realidad externa a su propia configuración; donde le habla la voz de la conciencia con un tono particular que sólo él entiende para juzgar sus propios actos; donde se reproducen recuerdos y emociones que ningún otro ha sentido y que no puede expresar. 'Persona, afirmaba Escoto, es la última soledad del ser'. Sólo quien puede tener conciencia de la propia soledad es verdadera persona. Por el hecho mismo de ser persona, cada uno se experimenta como único.

Esa soledad, fiel compañera del hombre, es una dimensión del alma, va junto a él desde que nace hasta que muere. Es la soledad existencial y es como la sombra opaca de su ser que se perfila por los muros y caminos que recorre; sombra que es más nítida en los días luminosos, y al mismo tiempo que atestigua la existencia personal, siempre se está escapando y no se deja atrapar. De alguna manera la vivimos en los momentos vividos como más radicalmente nuestros. Cuando sentimos un dolor muy intenso en el cuerpo o en el alma, una emoción muy profunda de amor o desamparo; cuando tenemos que tomar una decisión en la que está en juego nuestro destino personal; y sobre todo cuando el hombre se siente enfrentado con la muerte y nadie lo puede acompañar. En esas situaciones en que se revela su misma grandeza de persona responsable, le acomete el vertido de un vacío existencial..." .

Autor: Redacción

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