DAMASCO, 1 (AFP-NA). - Los inspectores encargados de la
destrucción del arsenal químico sirio llegarán hoy a Damasco, un día después de que los expertos de la ONU que investigan
sobre presuntos ataques químicos abandonaran el país. El presidente
de Siria, Bashar al Asad, aseguró que su país acatará la
resolución de la ONU, según la cual su régimen debe entregar sus
armas químicas para que sean destruidas, bajo supervisión de la
Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
Esta
resolución, adoptada el viernes, supone un importante avance
diplomático desde el comienzo del conflicto sirio que, según la
ONU, ya ha dejado más de 100.000 muertos. El equipo de seis expertos
de la ONU, dirigido por Aake Sellström, finalizó el lunes su
investigación sobre el uso de armas químicas en siete lugares cerca
de Damasco y en el norte del país, donde el régimen y la oposición
denunciaron ataques químicos. Estos expertos ya establecieron en un
informe anterior que durante el ataque del 21 de agosto cometido
cerca de Damasco se utilizó gas sarín a gran escala, lo que provocó
una indignación mundial y llevó a varios países, con Estados
Unidos a la cabeza, a contemplar una acción militar.
Los expertos de
la ONU ceden su lugar a un grupo de unos 20 inspectores de la OPAQ,
que llegaron el lunes a Beirut provenientes de La Haya. De Líbano
viajarán a Siria por tierra. Estos
expertos examinarán la lista de lugares de producción y
almacenamiento de armas químicas que el régimen sirio entregó a la
organización el pasado 19 de septiembre, en el marco de un acuerdo
ruso-estadounidense sobre el desarme químico del país antes de
mediados de 2014.
Según
los expertos, Siria posee más de 1.000 toneladas de armas químicas
(sarín, gas mostaza). El gobierno alemán reconoció el lunes haber
autorizado entre 1998 y 2001 la exportación a Siria de 360 toneladas
de productos que pueden ser usados para fabricar armas químicas.