Editorial

Sida en el mundo

Sólo unos días atrás, el domingo 5 de junio, se cumplieron 30 años de la constatación del primer caso de sida en el mundo. Fue en el año 1981, cuando el mundo entero se conmovía frente a la novedad procedente desde los Estados Unidos, ya que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país, daba cuenta que por primera vez se ponía atención sobre una nueva forma de neumonía, la cual se había descubierto afectaba a un grupo de homosexuales de la ciudad de Los Angeles, comprobándose con posterioridad su directa vinculación con el desarrollo de la infección causado por el virus del sida.

En aquellos comienzos del descubrimiento de la enfermedad, y del virus, se identificó como "peste rosa", por afectar a los homosexuales, aunque pronto se comprobaría su ampliación hacia todo el espectro de la población. 

Con gran rapidez, por el desconocimiento de ese primer momento, se efectuó una total y absoluta discriminación sobre los enfermos, muchos de los cuales ya no pertenecían al sector de homosexuales, sino que habían sido contagiados por otras vías, como la recepción de sangre contagiada, o bien el compartir jeringas entre drogadictos, entre otras formas.

Desde entonces, comenzó también una tenaz lucha por parte de los científicos e investigadores para alcanzar los antídotos para el virus, o bien en un primer paso lograr contener y amenguar los efectos nocivos de la enfermedad, lo cual se alcanzó en principio con cócteles de droga, que poco a poco fueron modificando la situación, dejando de ser una enfermedad terminal como al principio, para tornarse tratable y poder enfrentarla con éxito, hasta poder sacarla de la categoría de epidemia para convertirla en una enfermedad crónica, con lo cual se consiguió reducir la mortalidad de manera drástica.

En nuestro país por ejemplo, la mortalidad de los enfermos de sida es de 35,3 personas por cada millón de habitantes, lo cual significa que se produjo una reducción del 15% en los últimos cinco años.

Según una nota de la periodista Valeria Román en el diario "Clarín" -con la cual habíamos tenido cierta relación, no personal pero sí a través del fallecido médico rafaelino Eric Pairone, durante su destacada lucha contra el Mal de Chagas, sobre el cual escribió la mencionada-, tomando afirmaciones del ex presidente de la Sociedad Internacional de Sida, el argentino Julio Montaner, "en los años 80, los infectados sobrevivían pocos meses. Hoy. décadas", ya que "el tratamiento con los cócteles de drogas no sólo resguarda la salud de los pacientes y reduce su mortalidad, sino que también disminuye la posibilidad que se transmita a sus parejas".

De acuerdo con cifras que se difunden en ese trabajo, concretamente se fija en 130.000 el número de infectados con el virus del sida en la Argentina, aunque la mitad de ellas no conocería su condición de enfermo, estando bajo tratamiento 43.000 de ellos, de los cuales el 70% accede a la cobertura que en tal sentido ofrece el Ministerio de Salud de la Nación.

La posibilidad de acceder a los fármacos, como así también el conocer lo más pronto posible el tener la enfermedad, son aspectos esenciales para lograr un mejor y más efectivo tratamiento.

En este momento en todo el mundo hay unos 32 millones de afectados por el sida, encontrándose en tratamiento con estos cócteles de drogas unos 6,6 millones, habiéndose incorporado solamente en el año 2010 1,4 millón de personas. De todas maneras, debe dejarse en claro que el problema no se resuelve sólo con medicamentos, aunque esa sea la manera de darles una prolongación y mejor calidad de vida a los afectados.

En nuestro país se van detectando unos 5.000 casos anuales, persistiendo el estigma de la discriminación en su mayor plenitud, pues van siendo alejados de sus grupos habituales de amistades, de sus trabajos y de cuantos círculos frecuentaban.

La prevención, a pesar de todos los avances conseguidos, continúa siendo el mejor sistema a poner en práctica, ya que evitar el contagio de los grupos de riesgo, evita todo lo posterior, y contribuye además a bajar fuertemente los índices, esos mismos que dan cuenta de 5.000 nuevos infectados cada año.

Rafaela, como parte de la Argentina, también tiene y afronta la problemática del sida, cuyos infectados y enfermos reciben atención en el área correspondiente del Hospital "Jaime Ferré", con una cantidad de pacientes que estuvo oscilando en los últimos tiempos en el medio centenar, aunque se conoce que algunos rafaelinos reciben atención en centros de salud de otras ciudades.

Autor: Redacción

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