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Sex. La alegría de sentir

POR HUGO BORGNA

La idea de abrir ventanas es en sí misma una idea en debate. Los cambios no son de aceptación inmediata por más que impliquen una solución a la defensa -por naturaleza- del concepto de habitación cerrada, esa que necesita una buena justificación para ser abierta.

Pero cuando la corriente de aire fresco ingresa al ambiente sin pedir permiso, es como si hubiera estado consentido sin necesidad de pedirlo.

“Sex” es un caluroso viento. Un zonda de alcance universal.

Conceptualmente intenta la apertura de todas las ventanas y puertas. Como enérgica iniciación cuenta con la ilimitada inspiración de José María Muscari; le otorga técnicamente a su espectáculo una forma nueva dentro de los esquemas históricos (el music hall, el show…) y desde esa nueva concepción se siente libre para volar en las alturas del sexo, en todas sus formas y manifestaciones (Serrat expresó alguna vez que la literatura del amor se debe escribir sobre la piel).

Es imposible no sentirse atrapado. El continuo juego de luces, inesperadas apariciones de momentos de canto o baile y proclamas de libertad para llamar a cada cosa por su nombre, a experimentarlas y, como verdad definitiva, a no cometer la imperdonable falta de reprimirse.

Es imposible no sentirse atrapado. La sensualidad (hermana gemela de la sexualidad) y el erotismo expresado sin fronteras son la base y el contenido de un show de intenso ritmo y melodía de comunicación profunda.

Es imposible no sentirse atrapado. La propuesta hecha en clave de sol ardiente que supone el sexo en sí mismo, se percibe espontánea, adecuada al momento de más profunda comunicación que conocemos los humanos.

Es imposible no sentirse vivos en todo el sentido de la palabra, mientras transcurre la acción ante la vista. La belleza sensorial del cuerpo y el calor que surge del contacto entre las pieles, crean un lenguaje expresivo que perfora las paredes de lo externamente limitado. Un lenguaje absolutamente puro que va en camino directo al placer de vivir mediante las sensaciones.

De ninguna manera Sex es solo un espectáculo visual y concepto de danza erótica.

Termina el show, y se percibe que las ventanas abiertas ya no quieren cerrarse.

Y se desea participar nuevamente de Sex, para recibir y entregarse otra vez a esa alegría de sentir de ese modo de intercambiar las voces propias del cuerpo, tímidas o enérgicas.

Estando (o no) expresado en un escenario o temerosamente escondido en los modos sociales de trato.



Autor: REDACCION

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