Editorial

Señales positivas

Aunque la situación económica está todavía lejos de solucionarse, al menos en tanto se mantengan los niveles inflacionarios actuales -aún habiendo retrocedido de manera significativa-, para el gobierno nacional no dejan de sumarse buenas noticias, por supuesto al margen del resonante triunfo electoral del domingo pasado. Es que la actividad económica registró una expansión de 4,3% medida un año hacia atrás, es decir, de agosto a agosto, teniendo a la construcción como el principal motorizador, pero además, el 80% de los sectores de la industria también han mostrado bastante sólidos signos de recuperación. Si agregamos el sector agropecuario, que salo la lechería que también está levantando su nivel, tenemos entonces una perspectiva muy favorable.

Antes de pasar a mayores detalles de estas novedades que se registraron en los últimos días, es también destacable  el fuerte respaldo que le dieron los mercados al resultado electoral, mientras que el riesgo-país alcanzó el nivel más bajo de los últimos 10 años, con lo cual se da por descontado que lo que se rechazo este año será concretado en 2018, es decir, que la Argentina sea incluida entre los países emergentes, lo que constituirá un fuerte empuje para los inversores.

Además, completando esta perspectiva favorable, se encuentran en un incipiente avance algunas reformas que se presentan como indispensables para poder llevar al país a un posicionamiento realmente importante dentro del concierto internacional, en el cual por otra parte viene avanzando más rápido de lo que se suponía en un primer momento, y en especial, luego de los serios tropiezos durante el primer año del actual gobierno.

La economía creció entonces 4,3% anual medida al mes de agosto pasado, estando en pleno repunte, ya que en ese octavo mes del año se creció 0,3% respecto a julio, según datos del Estimador Mensual de la Actividad Económica. Como decimos, la construcción con una fuerte suba de 11,7% fue el principal factor de expansión, aunque en general todos los rubros estuvieron en alza destacándose también el sector de los servicios, con la sola excepción de la minería que se contrajo, una situación que viene desde el pasado mes de diciembre.

Un dato positivo y a tener muy en cuenta es que el crecimiento interanual del sector industrial creció 5,6%, con participación del 80% de los rubros que lo integran, lo cual revela que la recuperación se va extendiendo hacia todos, abandonando la tendencia de recostarse en sólo algunos de los más importantes, como sucedía por ejemplo con el rubro automotriz, que era el que marcaba el alza o baja de la industria.

Analistas económicos sostienen que los números muestran una expansión de la consolidación económica, advirtiéndose en el hecho que lleva cuatro meses consecutivos de expansión mensual en términos desestacionalizados a una tasa promedio relativamente estable, remarcándose especialmente el crecimiento de la industria y el comercio, como así también las positivas señales que vienen desde la suba del consumo interno.

Respecto al futuro inmediato, se sostiene el afianzamiento de la idea que este último del año del que llevamos recorrido octubre, será un buen trimestre, donde el crédito hipotecario y el consumo creciendo son las razones que aportan para mejorar el ánimo de la gente y hacer más visible el cambio que está experimentando la situación. 

En cuanto al impacto que está teniendo en el exterior, y en especial en los organismos encargados de reflejar las condiciones de cada uno de los países, no ha podido ser mejor ya que el riesgo-país bajó a 342 puntos básicos, siendo el índice más bajo de los últimos 10 años, lo cual abre un abanico de grandes posibilidades, descontándose que la categoría de país emergente que le fue negado este año en cambio será inevitable que se disponga en 2018, saliendo del rubro país de frontera, uno de los más bajos escalones de la calificación. 

Las tasas argentinas ya se parecen a las de los países emergentes más que a los de frontera, y eso es muy positivo. Además un bono argentino tiene un rendimiento similar al promedio de los cuatro países europeos con menor calificación en la nómina de emergentes, como son Brasil, Turquía, Pakistán y Egipto.

Autor: REDACCION

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