El tránsito nuestro de cada día representa un riesgo concreto que enfrentamos cada día desde que salimos de nuestras casas para ir a la escuela, al trabajo, al supermercado, al club o bien de paseo. A veces nuestras actitudes al frente del volante de un auto, al conducir una moto, un camión o una bici e inclusive cuando caminamos por veredas y cruzamos las calles o avenidas no son las más seguras para nuestra integridad física.
En este contexto, entre el 6 y el 12 de mayo se conmemoró la Semana Mundial de la ONU para la Seguridad Vial, lo que permitió compartir estadísticas a nivel global que recolectó la Organización Mundial de la Salud. Así, los cuadernos de trabajo señalan que alrededor de 1,35 millones de personas mueren cada año como consecuencia de accidentes de tránsito mientras que entre 20 millones y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, y muchos de esos traumatismos provocan una discapacidad.
Los accidentes de tránsito cuestan a la mayoría de los países el 3% de su PIB. Las lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para las personas, sus familias y los países en su conjunto. Esas pérdidas son consecuencia de los costos del tratamiento y de la pérdida de productividad de las personas que mueren o quedan discapacitadas por sus lesiones, y del tiempo de trabajo o estudio que los familiares de los lesionados deben distraer para atenderlos.
Ante semejante registro, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha fijado una meta ambiciosa con respecto a la seguridad vial, consistente en reducir a la mitad, para 2020, el número de defunciones y lesiones por accidentes de tránsito en todo el mundo.
Según el documento de la OMS, más de la mitad de las defunciones por accidentes de tránsito afectan a "usuarios vulnerables de la vía pública", es decir, peatones, ciclistas y motociclistas. Y a pesar de que los países de ingresos bajos y medianos tienen aproximadamente el 60% de los vehículos del mundo, se producen en ellos más del 93% de las defunciones relacionadas con accidentes de tránsito.
Los accidentes de tránsito son la principal causa de defunción en los niños y jóvenes de 5 a 29 años. En tanto, que las personas de entre 15 y 44 años representan el 48% de las defunciones por accidentes de tránsito en todo el mundo. Respecto al sexo, desde una edad temprana, los varones tienen más probabilidades que las mujeres de verse involucrados en accidentes de tránsito. Unas tres cuartas partes (73%) de todas las defunciones por accidentes de tránsito afectan a hombres menores de 25 años, que tienen tres veces más probabilidades de morir en un accidente de tránsito que las mujeres jóvenes, consigna el informe de la OMS.
Al abordar los factores de riesgo, el aumento de la velocidad promedio guarda relación directa con la probabilidad de que ocurra un accidente de tránsito y con la gravedad de sus consecuencias. Conducir bajo los efectos del alcohol o de cualquier sustancia psicoactiva o droga aumenta el riesgo de un accidente con desenlace fatal o lesiones graves. En casos de conducción bajo los efectos de drogas, el riesgo de accidente de tránsito aumenta en diversos grados en función de la sustancia psicoactiva.
A esta lista se agrega la no utilización de cascos, cinturones de seguridad y sistemas de sujeción para niños. En este sentido, el estudio remarca que usar correctamente un casco de motociclista puede reducir el riesgo de muerte casi en un 40%, y el riesgo de lesiones graves en más del 70%. El uso del cinturón de seguridad disminuye entre un 45% y un 50% el riesgo de defunción de los ocupantes delanteros de un vehículo. En cuanto a los ocupantes de los asientos traseros, el cinturón reduce en un 25% el riesgo de defunción y de traumatismos graves. Mientras que el uso de los sistemas de sujeción para niños se puede traducir en una reducción del 60% en la mortalidad.
La OMS advierte también la existencia de muchos tipos de distracciones que pueden alterar la conducción. La distracción provocada por el uso de teléfonos móviles es un motivo de preocupación cada vez mayor en el ámbito de la seguridad vial. Los conductores que usan el teléfono móvil mientras conducen tienen cuatro veces más probabilidades de verse involucrados en un accidente, que los conductores que no lo hacen. La infraestructura vial puede afectar considerablemente a la seguridad.
Las lesiones por accidentes de tránsito son evitables. Los gobiernos deben adoptar medidas para abordar la seguridad vial de manera holística. Esto requiere la participación de múltiples sectores, tales como los de transporte, policía, salud y educación, y medidas dirigidas a mejorar la seguridad de las carreteras, los vehículos y los usuarios. Las intervenciones eficaces incluyen el diseño de infraestructura más segura; el mejoramiento de los dispositivos de seguridad en los vehículos y de la atención a las víctimas de accidentes de tránsito.