Internacionales

Se usan medicamentos naturales

LA PAZ, Bolivia, 26 (AFP). - En Cochabamba, en lo alto de los Andes bolivianos, la gente hace fila todos los días fuera de las farmacias de la plaza central, ansiosa por comprar el escaso elixir que, esperan, alejará al Covid-19: dióxido de cloro, un tipo de blanqueador que se usa para desinfectar piscinas y pisos.

Los expertos dicen que, en el mejor de los casos, beberlo no tiene sentido y, en el peor de ellos, es peligroso. Pero en Bolivia, donde varias personas han sido hospitalizadas después de ingerir dióxido de cloro, las autoridades regionales lo están probando en presos, el Senado nacional aprobó la semana pasada su uso y un importante legislador amenazó con expulsar a la Organización Mundial de la Salud por oponerse a su uso médico.

Los bolivianos tienen mucha compañía -incluido el presidente estadounidense, Donald Trump- al recurrir a tratamientos no aprobados e incluso peligrosos para prevenir o tratar infecciones. En cada parte del mundo, la ciencia dura ha tenido que competir por la atención con teorías populares, rumores y creencias tradicionales durante esta pandemia, como en el pasado.

El coronavirus ya infectó a más de tres millones de personas y mató a unas 160.000 en América Latina, según cifras oficiales, lo que convierte a la región en una de las más castigadas por la pandemia.

Autor: REDACCION

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