Williams Tapón, quien vio cómo se viralizaban sus golpes a Cristian Paniagua, el árbitro que según su impresión le estaba cobrando todos los fallos en contra, y harto de eso la emprendió a las trompadas hasta desmayarlo, no soportó la denuncia penal en su contra, y se disparó en la cabeza en un pequeño pozo al costado de las vías del ferrocarril Roca, a la altura de las calles General Paz y General Heredia, en Avellaneda, Buenos Aires
De acuerdo a Diario Registrado, cuando el árbitro Paniagua realizó la denuncia penal contra los jugadores que lo golpearon en la Comisaría 4ª de Sarandí, la cabeza de Williams Tapón -el que le pateó la cabeza- empezó a funcionar distinto, y ya nada fue igual.