Santa Fe es la segunda provincia en importancia como exportadora en el país, con un aporte del 23,9% del total. Los Productos Primarios (PP) y las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) representan el 84,65% de sus exportaciones en 2016. El comercio exterior con origen en su territorio genera una oferta de divisas que resulta en un rango de entre 3,3 y 5,9 veces mayor a las demandas para importaciones.
Así lo consigna el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, en un trabajo en el que se analizan los flujos de exportación e importaciones de la Argentina desde el año 2006 y la posición de Santa Fe, en la dinámica de los saldos comerciales, conforme a las políticas nacionales instrumentadas desde 2016 y su proyección al presente ejercicio.
Entre otros aspectos contextualizados, el trabajo afirma que la importancia de Santa Fe en la balanza comercial argentina reside en que es “un generador neto de divisas ya que el valor de sus exportaciones compensa la de los productos importados”.
“En este sentido -expresa- si bien Buenos Aires es la que más exporta, sus principales productos vendidos al exterior son industriales, por lo que resultan grandes demandantes de insumos importados.
En 2016 los productos exportados con origen en la provincia de Santa Fe alcanzaron un valor de USD 13.825 millones mientras que sus importaciones fueron de USD 2.519 millones (según importaciones por aduanas de la provincia). Es decir, que la oferta de divisas que genera, principalmente el sector agropecuario, es en promedio 5,9 veces superior a lo que se demanda por importaciones (considerando los últimos ocho años en los cuales se dispone de los datos).
El trabajo sostiene que, sin embargo, “esta relación puede encontrarse sobreestimada ya que Santa Fe puede consumir productos importados que provengan desde otras aduanas del país. Si se considera que las importaciones totales de la provincia tomando como base la participación que tiene el PBG (Producto Bruto Geográfico) en relación al PBI nacional, se llega a una relación menor, en la cual las exportaciones santafesinas son 3,3 veces superiores a las importaciones.
“En consecuencia, considerando ambas mediciones, las exportaciones con origen en la provincia de Santa Fe generan una oferta de divisas que resulta en un rango de entre 3,3 y 5,9 veces mayor a las demandadas para importaciones”, señala el CES.
El trabajo de la Bolsa de Comercio describe la composición de la balanza comercial argentina de la última década, analizando la evolución de sus principales componentes, y su participación relativa dentro de la misma. En este sentido, se marca la importante influencia de las exportaciones de commodities de origen agropecuario y el cambio de dirección exportadora/importadora del rubro “Combustible y Energía”. El análisis tiene como objetivo final proyectar la importancia de la provincia de Santa Fe en la nueva dinámica de los saldos comerciales a partir de 2016 y sus perspectivas a 2017.
En este sentido, el informe destaca que en el período que va desde 2006 a 2011, se logró un crecimiento récord en las exportaciones argentinas. Esto, gracias a los buenos precios de los commodities, las buenas cosechas y a un tipo de cambio competitivo que permitió a las ventas de nuestros productos alcanzar un máximo histórico por un valor de USD 82.981 millones en 2011.
Desde ese entonces, las exportaciones han disminuido hasta ser inferiores al nivel de importaciones, dando lugar a un saldo negativo de la balanza comercial en 2015 (cuyo último registro deficitario había sido en 1999). Este saldo negativo fue de USD 3.035 millones. Sin embargo, en el año 2016 esta dinámica se revierte, de esta manera, el saldo comercial alcanzó los USD 2.124 millones.
Si bien a partir del año 2011 los precios de los commodities disminuyeron, siguen siendo valores importantes teniendo en cuenta los precios históricos. Los niveles exportados se vieron más afectados por las políticas económicas internas, las cuales aumentaron ampliamente los costos de producción, más que por los efectos externos en sus precios.
A partir de la nueva gestión de gobierno nacional, las políticas económicas vigentes para 2016 lograron revertir la tendencia negativa en los niveles de exportación. Dichas medidas refieren a la quita de retenciones a las exportaciones de granos, a excepción de la soja (cuya reducción fue sólo un 5%) y a la apertura del cepo cambiario con su correspondiente aumento del tipo de cambio, entre otras.
Sin embargo, si bien las exportaciones de agrocommodities tuvieron un importante repunte debido sobre todo al aumento de cantidades exportadas, también hay una observación que hacer respecto de las importaciones. Debido a una mayor apertura al mercado exterior, las cantidades importadas también han crecido, sin embargo, dado una disminución de sus precios, el valor de las mismas se hace inferior al de las exportaciones totales.
De esta manera, el saldo comercial positivo se debe a un aumento del valor de las exportaciones que supera al de las importaciones por el hecho de que estas últimas están afectadas por la caída de sus precios. Sobre todo debido al desplome del precio del petróleo.