Editorial

Salarios en baja

Los salarios han comenzado a estancarse con relación a la inflación, que está en permanente y sostenida expansión. Hasta poco tiempo atrás, los ingresos crecían por sobre el nivel inflacionario, con lo cual se lograba conservar el poder adquisitivo, y por directa consecuencia sostener el consumo, uno de los principales objetivos del gobierno, ya que justamente fue uno de los pilares del crecimiento que tuvo la economía estos años. 

Las estadísticas están dando cuenta de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en términos reales, coincidiendo de tal manera con la realidad diaria de los precios, que van por supuesto transitando por igual dirección. Tal situación deriva de la moderación dispuesta en los aumentos salariales durante el presente año, que estuvieron en un promedio de 24%, mostrando una importante desaceleración con respecto a 2011 cuando el promedio de ajuste salarial había sido del 35%, un período en el cual hubo elecciones, siempre más proclive para esta clase de decisiones. La inflación en tanto, no sólo mantuvo su curso, sino que se halla en plena expansión, y está por sobre los 24 puntos de mejora salarial, estimándose de acuerdo a las fuentes consultadas una fijación entre 28 y 30 puntos. La diferencia con el ajuste salarial promedio, es entonces la pérdida que han registrado los ingresos en este período cercano a culminar.

Un análisis económico del Banco Ciudad, que suele llevar actualizados todos estos temas relacionados con ingresos e inflación, da cuenta que el poder de compra medida en forma interanual mantenían en el mes de octubre una suba de 0,4%, pero con una baja de 0,4% medido a diciembre del año pasado. Para tener una idea mucho más clara, digamos que en 2011, el poder adquisitivo de los salarios había tenido una mejoría de 5,3% en comparación interanual, que contrasta fuertemente con lo que ocurre este año, en baja de 0,4%.

Todo este panorama tiene impacto en el consumo, ya que la suba de precios -en especial de los alimentos- estuvo por encima de los ajustes salariales.

Donde más se sintió la pérdida de poder adquisitivo fue en el sector privado registrado, es decir, los que se encuentran en blanco, ya que en ese segmento los aumentos de 2012 fueron 26,2% de promedio, nada menos que 7,1% menos que en octubre de 2011 cuando habían promediado 33,3% anual. En términos reales el poder de compra de este año experimentó una mejora de 1,4% cuando el año pasado había sido de 9,1%, quedando claramente expuesta la gran diferencia, que por cierto se siente a la hora de manejar los presupuestos familiares.

Pero aún más perjudicados resultaron los trabajadores estatales, siempre enfocando en el poder de compra, ya que la tasa de expansión promedio de los salarios del sector fue del 15,5% anual medido en octubre pasado, 10 puntos por debajo de la media de los salarios, y además acumulando un deterioro de 7% en términos reales.

En contrapartida con los dos sectores aludidos, que estuvieron en baja, el único que logró alcanzar o incluso superar en algunos casos a la inflación, son los asalariados correspondientes al sector privado no registrado, ya que de acuerdo con datos del INDEC tuvieron una suba nominal de 32,7% anual, medida en el mes de octubre, con lo cual se ubicaron por sobre las mediciones privadas de la inflación, para las cuales, aún en los casos más extremos, rondan en los 30 puntos.

Como vemos, la inflación impacta en todos los sectores, pues no es sólo dañina para los salarios, sino también para la producción y las finanzas. Aún así, no se vislumbran acciones, ni tampoco una convicción clara del gobierno para enfrentar el flagelo inflacionario, que directamente es ignorado a través de las mediciones manipuladas del INDEC, organismo según el cual la inflación anual actual está en el orden del 10%, cuando en realidad absolutamente todas las consultoras privadas -muchas de las cuales agrupan sus números y se dan a conocer a través del denominado "índice Congreso" para evitar ser multadas por la secretaría de Guillermo Moreno-, están en el orden del 25%, aunque ahora ese índice se ha ampliado en noviembre y al parecer más aún en lo que va de diciembre.

Dentro de esta perspectiva tenemos entonces que la inflación provoca su impacto negativo en todo el conjunto, pero el sector más perjudicado es justamente el de los asalariados, por la falta de posibilidades de ensayar métodos de defensa, como sí cuentan el resto.

Autor: Redacción

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