Sociales

Sensaciones y sentimientos: Julio Saione. Al maestro con cariño

El destacado músico rafaelino.
Crédito: Archivo

Por Hugo Borgna

 

“Ví que brillaba una luz en la noche estrellada. Era la luz de mi amada en aquel ventanal”.Este sí que es un modo bien sonoro de iniciar un escrito.

 

Se luce el grupo del que forma parte Julio Saione -el de Cristian Cassani- en el Club de Abuelos Palmieri, consagrado lugar de cena, baile y diversión al por mayor, abriendo la puerta musical con “Dalila”.

 

El 20 de agosto de 1944 Julio César se vio en la obligación de pasar del cómodo sitio donde estaba. Su mamá, cuidadosa, lo llevaba adentro por todo donde iba, protegiéndolo y haciéndole conocer a su manera un ámbito donde ella, desde un piano, ventilaba y llevaba hacia adentro a Chopin, Beethoven y Mozart, entre otros personajes serios y respetables. Julio se encontró sin querer afuera de todo, y como no sabía hacerlo de otro modo, lo avisó llorando. No se sabe si como protesta o modo de decir “Hola. Díganme qué hago aquí”; y todo esto ocurrió en su, realmente, casa natal de la esquina de Bulevar Yrigoyen y Eduardo Oliber, donde vivió hasta los 25 años.

 

Alguien puede pensar, conociendo su instrumento de vida y de trabajo, que entre los primeros juguetes de Julio hubo un piano. No. Se entretenía con lo recibía de regalos en sus cumpleaños y los que ¡fabricaba de madera!. Recuerda con cariño cómo estaba pendiente de esas fechas y de otras en las que se acostumbra a regalar a los niños, rodeado de padre, madre y un hermano.

 

Pero, atención lectores, entre sus juguetes seguía sin aparecer un piano y, como es lógico, no es fácil hacerlos en escala para entretener a niños hábiles y creativos.Nunca dejó de ejercer la música. En el cuarto año de la fundamental Escuela de Comercio ya tocaba en orquestas, orgulloso de proveerse las propias necesidades, posiblemente por una formación familiar por medio del ejemplo. Su padre, como cabal profesor, lo controlaba con intención docente. Era una atención selectiva, propia de la actitud de un grupo familiar. Su hermano, 7 años mayor, influyó mucho en él por lo que Julio tomó de su formación mucho y útil para aprender.Un clásico en la existencia de este Perito Mercantil, egresado en 1962, es el hecho de que es músico a tiempo completo, aún en los silencios que pueblan, a su manera, las vidas de cada uno.

 

En el grupo de watts app que crearon los peritos, lo reconocen como ejecutor del deseado saludo de cumpleaños para cada integrante. Allí Julio toca al piano algo que no siempre suena igual; cada tanto le incorpora un arreglo distinto pero que respeta la saltarina melodía original. Tras el cierre dedica a la cámara una mirada con sonrisa. Complacencia y felicidad.

 

Hay lugares comunes cuando se analiza a los músicos y sus gustos. Se supone, debido a su capacidad en el manejo de un arte tan esquivo en el sonido justo, que sus gustos tienen que coincidir con los de toda la gente.En similitud con lo que ocurre con los escritores, que escriben para sí mismos o para quien tenga la misma sensibilidad, los músicos tocan para sí mismos: son la medida de su creación. Tienen en ellos incorporados arreglos básicos que les permiten llegar a los demás con pocos compases. No cambian los originales, sólo el estilo.

 

Julio Saione lo define en tres palabras: “a mi manera”, ese modo sintético y eficaz de definir lo determinante de la música. Julio siente que lo lleva al camino de la superación: libertad y sujeción a reglas son un modo de transcurrir, no necesariamente límites.Pregúntenle que es lo mejor que le ha dado la vida.Mi familia, dirá Julio con seguridad. Y lo que tocaré mañana.

Autor: 438036|

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web