MOSCU, 26 (AFP-NA). - La justicia rusa anunció este
miércoles el fin de las acciones judiciales contra todos los
militantes de Greenpeace, entre ellos los argentinos Camila
Speziale y Hernán Pérez Orsi, acusados de "vandalismo" por una
acción de protesta en el Artico y amnistiados por una nueva ley
del parlamento ruso.
La comisión de investigación rusa en San Petersburgo convocó en
sus locales a todos los miembros de la tripulación del navío
Arctic Sunrise, comunicándoles a lo largo de la jornada que se
abandonaban las acusaciones contra ellos, indicó Greenpeace en un
comunicado.
"Ahora se enfrentarán a una nueva dificultad, la de obtener las
visas de salida en sus pasaportes para que aquellos que no son
rusos puedan salir del país y reunirse con sus familias", apuntó
la organización.
En su cuenta Twitter, la organización anunció el cierre de los
procesos contra los militantes, entre ellos, el capitán
estadounidense del navío Peter Willcox, la argentina Camila
Speziale o la brasileña Ana Paula Maciel, al tiempo que con el
correr de las horas el otro argentino Hernán Pérez Orsi recibió la
misma noticia.
El martes la comisión de investigación notificó ya al británico
Anthony Perrett el final de la investigación contra él.
"El abandono de las investigaciones es un inmenso alivio", dijo
Perrett en una entrevista a la radio BBC, quien indicó su
esperanza de abandonar el territorio ruso a principios de la
próxima semana.
"Los 28 activistas de Greenpeace y dos reporteros gráficos
independientes vivieron juntos en un hotel de San Petersburgo
desde que fueron liberados bajo fianza hace casi cinco semanas",
indicó el portal de Greenpeace Argentina.
"Hoy, luego de reunirse con la Comisión de Investigaciones y el
Servicio Federal de Migración, compartirán la cena de Navidad.
Posiblemente, sea la última vez que estén todos juntos, tras haber
vivido una saga de acontecimientos que comenzó cuando realizaron
una protesta pacífica en una plataforma petrolera que los llevó a
pasar dos meses en prisión", agregó.
Según Greenpeace, una reunión tendría lugar con los
servicios de migración, por lo que los militantes podrían
"abandonar Rusia en los próximos días".
Los treinta miembros de la tripulación del navío, entre ellos
dos argentinos y una brasileña, fueron detenidos en septiembre
tras una acción contra una plataforma petrolera de Gazprom en el Artico. Tras ser trasladados a San Petersburgo, fueron puestos en
libertad bajo fianza en noviembre.
Imputados en un primer momento por piratería, un crimen
castigado con hasta 15 años de cárcel máximo, finalmente fueron
inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena
de hasta siete años de cárcel.
Los treinta miembros de la tripulación del barco de Greenpeace
habían firmado el lunes un documento en el que no se oponían a la
ley de amnistía, aprobada la semana pasada por el parlamento ruso.