BUENOS AIRES, 3 (NA).- La
joven argentina Camila Speziale, detenida junto a otros activistas
del grupo ecologista Greenpeace durante una protesta contra la
explotación petrolera en el Artico, fue acusada formalmente ayer de
"piratería" por la Justicia de Rusia. Así lo confirmó el
director de la filial argentina de la ONG, Martin Prieto, que dijo
que aún no está claro si también será acusado por el mismo delito
el otro argentino que integraba el grupo, Hernán Pérez Orsi, aunque
admitió que "hay muchas posibilidades" de que así sea.
"Es una demostración de crueldad por parte del Estado ruso",
juzgó Prieto, en declaraciones a un canal de cable porteño. Además,
sostuvo que la acción de los ecologistas no fue "un acto de
piratería como la de los somalíes contra los barcos o los actos de
Al Qaeda", sino una demostración pacífica.
El cargo de
"piratería en banda organizada", del cual fue notificada
la joven de 21 años oriunda del barrio porteño de Caballito,
implica para la Justicia de Rusia condenas de entre 10 y 15 años de
prisión. Por su parte, la organización ambientalista Greenpeace
reiteró este miércoles que "las acusaciones de piratería son
absurdas y no tienen ningún sustento según la legalidad rusa e
internacional".
"Las inculpaciones por piratería no tienen
fundamento y no se apoyan en ninguna prueba", declaró Irina
Isakova, abogada de Greenpeace citada en un comunicado.
Greenpeace internacional confirmó que también fueron acusados un
británico y una brasileña integrantes de Greenpeace por el mismo
cargo. "El camarógrafo del Reino Unido y una activista de
Brasil han sido inculpados", informó Greenpeace en un
comunicado.
Cuatro rusos y 26 extranjeros de 17 países diferentes,
entre ellos los dos argentinos y la brasileña Ana Paula Maciel,
están detenidos desde el 19 de septiembre en Rusia por participar en
una acción de protesta en una plataforma petrolera en el Artico.
Ese día, el barco "Artic Sunrise" fue abordado por un
comando de los guardacostas rusos, después de que varios de los
activistas intentaran escalar una plataforma petrolera del gigante
ruso Gazprom para denunciar el riesgo ecológico de la actividad
petrolera.