Suplemento Economía

RSE y el partido

La RSE (Responsabilidad Social Empresaria) tiene que ver,

en buena medida, con tomar partido y esto sólo ocurre cuando,

quien decide actuar, queda claramente identificado en una posición

desde donde puede marcar -o ayudar a marcar- un tanto a favor.

Una de las características de la RSE es la de tener el vínculo

con la comunidad -dividida en cada uno de los grupos que la

conforman- a través de los problemas que involucran a las partes.

Si bien es cierto que hay vías de vinculación donde el lazo

está centrado en las necesidades, cuando se trata de RSE es porque

esa necesidad -si no es satisfecha- se transforma en un problema.


El trabajo en torno de los problemas comunitarios tiene dos

grandes accesos. Se enfrentan los problemas para resolverlos o se

enfrentan a las causas para evitarlos. Los problemas se resuelven,

y se reparan sus consecuencias; o bien se previenen y se evita que

lleguen a presentarse.


Para lograr ambos cometidos siempre es necesario tomar partido.

Elegir estar del lado que se considera correcto; y, cuando se toma

la decisión, hacerlo con pasión y energía. Características

necesarias para lidiar con todo tipo de problemas. 

Para tomar partido, para comprometerse con una causa, con un

problema que se está presentando o con uno que conviene que no lo

haga nunca; hay dos herramientas complementarias y

multiplicadoras: la acción y la comunicación.

La acción, si bien no presenta una gran incógnita ni oculta un

misterio por revelar, tiene algunas claves que conviene tener en

cuenta.

La primera es que actuar no significa suplantar al otro.

La tentación natural es la de tomar la iniciativa y resolver el

problema sin demoras; entre la que se encuentra la demora que

significa entrenar al otro sobre lo que se va a hacer. Sobre lo

que corresponde -y conviene- hacer.

Aunque no parezca, aunque no

suela ser reconocido, estamos ante un grave error.

Suplantar al otro frente a un problema es no dejarlo preparado

para gestionar; ni el problema si se llegara a repetir, ni la

solución que le llegó "como por arte de magia". Suele ser la

opción que más conforma a quien la lleva a cabo; pero esto ocurre

principalmente por no tener en cuenta al otro.

Aunque no parezca

que sea así, es lo que suele ocurrir. Quien tiene un problema, una

preocupación… no busca un regalo, busca ayuda. Ayuda sostenible.

La ayuda es sostenible, en tanto y en cuanto quien la reciba

quede en condiciones de repetir el proceso que lo sacó del

problema.

La ayuda es sostenible si hubo un aprendizaje que le

permita contar con independencia a quien puede estar nuevamente

afectado por el problema para no regresar a la situación

indeseada. Si esto no ocurriera, en vez de ayuda habremos logrado

un rehén. Si la ayuda genera dependencia no es ayuda.



COMUNICACION

COMO ACCION

La otra herramienta es la comunicación. Herramienta que

potencia y que sirve como disparadora para la acción.

La comunicación sirve para tomar partido y quizás sea esta

característica la que, a veces, lleva a ser confundida con la acción.

En términos de compromiso comunitario, lo que transforma a la

comunicación en acción es cuando se utiliza para transmitir la

forma de resolver un problema, cuando comparte el camino que

permite que se diluya una preocupación porque sabremos cómo evitarla.

La comunicación es una herramienta muy potente, habiendo

alcanzado un grado de desarrollo avanzado como para limitarnos a

usarla para declamar que entendemos a quienes tienen un problema y

les deseamos suerte.

Mucho peor es poner la comunicación para

mostrar el problema, poniendo en evidencia los problemas que

tratamos de evitar, y ayudando a que la frustración que sentimos

sea mayor y tome estado público.

En estos días, la película "Nadie Gana" protagonizada por

Lionel Messi y producida por la Fundación Leo Messi "Elegí Crecer"

y la Municipalidad de Rosario es un buen ejemplo.

Comienza con un

primerísimo primer plano de un ojo del que sale una lágrima que

recorre el pómulo para pasar a mostrar imágenes crudas de las

distintas situaciones violentas relacionadas con el fútbol que se

repiten en los estadios. Cuando la imagen vuelve al protagonista

se ve a Messi enjugando sus lágrimas en un vestuario vacío.

Sobreimprime la frase "Nadie Gana. Hagamos juntos un mundo sin

violencia" y el cierre institucional con los logos de la Fundación

y el Municipio.


Al mérito del compromiso que demuestra Messi con esta

comunicación se opone la forma de utilizar la comunicación.

Messi es, en buena medida, el equivalente del fútbol mundial.

Es uno de los pocos soles alrededor de los cuales gira todo el

universo fútbol.

Se supone que Messi es una de las pocas personas

que tiene los teléfonos -y el acceso- para llamar a quien sea

necesario para saber cualquier cosa relacionada con el fútbol, y

para pedir los cambios que considere necesarios. Messi es

considerado una suerte de semiDios capaz de lograr lo que ningún

mortal común siquiera podría soñar; para emocionarnos y hacernos

partícipes de sus logros increíbles.


Los líderes de opinión y las celebridades tienen un compromiso

social que consiste en sostener la ilusión que despiertan en la

comunidad, y poner toda la potencia que eso significa para que

funcione como estímulo de avance y mejora para la comunidad de la

que forman parte.

Si Messi llora por lo que pasa en el fútbol, ¿qué nos queda a

nosotros? Si quienes se encuentran desolados por la violencia en

el fútbol ven que Messi está en la misma situación, ¿qué chances

de cambio y mejora se pueden imaginar?

La comunicación funciona entre 2 actores; quienes emiten y

quienes reciben. Si el receptor no es tenido en cuenta, si la

comunicación sólo se genera para dejar tranquilo y contento a

quien la emite, si no se transmite nada que le sirva al otro se

desperdicia una herramienta de mucha potencia.

Cuando uno decide tomar partido -a través de la comunicación-

lo conveniente es jugar para el equipo. Es la forma que asegura

obtener los mejores resultados.

Autor: Fernando Solari

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web