En el 2020, el Gran Rosario se ubicó como el segundo complejo portuario agroexportador más importante del mundo, tras embarcar más de 70 millones de toneladas de granos, harinas y aceites. El puerto de New Orleans logró desplazar a la zona portuaria del Sur de Santa Fe, convirtiéndose en el primer puerto exportador al despachar 78,3 millones de toneladas.
El tercer puesto, según el volumen exportado, fue para el puerto brasilero de Santos, con 43 millones de toneladas despachadas en el 2020. Entre los principales motivos que llevaron New Orleans a sobrepasar al Gran Rosario como principal puerto exportador, se destacan la mayor demanda de China de granos desde los Estados Unidos como consecuencia del fin de la guerra comercial y la reactivación temprana del gigante asiático, tras la recesión del primer trimestre del 2020 derivada de la cuarentena estricta.
Gracias a ello, las terminales del sur estadounidense exportaron casi 14 millones de toneladas más que el año anterior, lo que representó una suba del 22%. Este incremento de la demanda de China no pudo ser abastecido por Argentina ni Brasil, cuyas exportaciones agrícolas cayeron un 7% y 12% en el 2020 respecto al 2019. En el caso de Argentina, la bajante del Río Paraná a niveles mínimos históricos y la paralización de la actividad portuaria debido a conflictos gremiales afectaron a sus exportaciones.
Argentina se encuentra tercero en el ranking de exportadores de commodities agrícolas: en el año 2020 exportó 89,3 millones de toneladas y se espera un incremento del 10% en el 2021 (98,3 millones de toneladas). El primer puesto es ocupado por Estados Unidos que exportó 186,3 millones de toneladas en el 2020, proyectándose en el 2021 un caída del 9% con respecto al año pasado (169,1 millones de toneladas). En el segundo lugar se encuentra Brasil, que exportó en el 2020 129,3 millones de toneladas, con una proyección de crecimiento del 20% en el 2021 (155,1 millones de toneladas).
En lo que se refiere a los productos embarcados, el complejo exportador del Gran Rosario ocupó el segundo lugar en cantidades exportadas tanto para la soja y subproductos (poroto, harinas y aceites), como en el caso maíz y el trigo (grano y harina). Cabe remarcar la importancia del puerto de Bahía Blanca en la exportación de soja, maíz y cebada, alcanzando los 9,6 millones de toneladas en el 2020.
La caída en los embarques del Gran Rosario desde los 79 millones de toneladas en 2019 a 70 millones de toneladas en 2020, se explica por la baja en volumen de un 6% en los granos (2,3 millones de toneladas) y de las harinas en un 19% (6,3 millones de toneladas). Además de la histórica bajante del Río Paraná y los conflictos gremiales que paralizaron la recepción y despacho de mercadería, la retracción de los embarques de la industria aceitera acentuó la caída de volumen exportado del Gran Rosario.
El futuro del complejo exportador argentino y principalmente del Gran Rosario dependerá de la capacidad de incrementar la producción de granos y subproductos que permanece estancadas hace más de 10 años. La volatilidad macroeconómica, la presión fiscal creciente hacia el sector, el cambio constante en las regulaciones y los conflictos gremiales no han permitido el despegue de este sector que fue perdiendo protagonismo en el escenario internacional en relación a Brasil y Estados Unidos.
(*) El autor es Licenciado en Economía y analista en inversiones.